Hemos llegado a Volt hace apenas media hora. Maurizio había organizado una fiesta de cumpleaños y nos invitó a Paolo y a mí para que nos uniésemos a sus amigos. Prácticamente, todos son compañeros de la universidad, aunque también hay alguno de la academia donde trabaja mi hermano.
Cuando me ha dicho de venir, me pareció una excelente idea. Hacía mucho que no salíamos los tres juntos y me apetecía desconectar. Llevo dos días de cara larga y anoche tampoco he podido dormir bien. Me desperté varias veces durante la noche. No dejaba de darle vueltas al hecho de que vería a Taissa el lunes y eso me tenía mal. Nervioso. Ansioso. Solo que no contaba con que me la encontraría justo esta noche, acompañada de su inseparable compañero de trabajo que, a decir verdad, parece algo más, y con un vestido con el que se ha propuesto joderme la existencia.
Voy a ser sincero, porque llegados a este punto hay cosas que no me puedo ocultar ni a mí mismo.
Taissa es guapa.
Mucho.
Tiene una personalidad que es capaz de atraparte sin proponérselo. Su pelo rubio brilla incluso dentro de esta discoteca bajo el efecto de las luces artificiales, que rebotan contra sus reflejos dorados, otorgándole un aura mágica. Sus piernas finas y largas, sus brazos delgados, su espalda nívea...
Su escote que me hace salivar como un perro en celo.
«¿Qué cojones me pasa?» No es la primera vez que me encuentro con una chica que me atrae... Pero es que ella no es cualquier chica. Es Taissa. La que no me resulta en absoluto indiferente y me recuerda que hay personas a las que jamás podemos borrar de nuestra mente por más que lo intentemos, ya que su mera presencia pone nuestro mundo del revés.
Cuando su acompañante la acerca a su cuerpo, siento una lluvia de aguijones ametrallar mi orgullo herido. ¿Celos tal vez? ¿Por qué? Llevamos años sin vernos, supuse infinidad de veces que tendría pareja, novio, ligues o incluso marido, si hubiese sido muy precoz. La conozco tan bien, que sé perfectamente cuáles son sus anhelos más profundos.
Así como la veis, desenfadada y pasional, Taissa es el tipo de chica que sueña con la boda ideal, el vestido blanco, el marido que la mime como se merece y los niños corriendo por el jardín. Y tal vez es precisamente por eso que no puedo apartar la vista de ella.
Mi hermano Maurizio me da con el codo y la señala sin disimulo.
—¿Esa no es Taissa Rosenfield?
—Efectivamente —respondo todavía sin poder creérmelo.
—¿No vas a saludarla?
Giro la cara para mirarlo, aguardando a que él mismo lo decida por mí. Yo soy incapaz. ¿Qué se supone que debo hacer?
Pero Maurizio no espera a que reaccione, se pone en marcha a paso veloz para ir a su encuentro. Yo me quedo clavado en mi sitio, rogando por un milagro que me saque rápidamente de aquí. Últimamente, huir de los sitios se está convirtiendo en mi pasatiempo favorito.
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Una Estrategia para Conquistarte
أدب نسائيUn viaje a Milán. Una campaña de publicidad. Un ascenso prometedor. ¿Qué podría salir mal? Taissa es experta en Marketing y trabaja para una prestigiosa agencia de Chicago. Caótica, desordenada e impulsiva, se encuentra en el punto de mira de su jef...