Y al fin ha llegado el día.
Después de un largo camino, de idas y venidas, de jornadas felices y otras no tanto, nuestra aventura concluye.
Chad y yo hemos cogido un taxi hasta las oficinas de M&S, ya que llevamos el ordenador, carpetas y el enorme rollup que ilustra el esquema del proyecto.
Mi compañero lleva desde ayer bastante callado, aunque supongo que son los nervios, el saber que nos queda poco en Milán o incluso la conversación que tuvimos con Julia por videollamada. Durante la tarde decidimos contactarla, sabiendo que en Chicago era temprano y que la pillaríamos en su despacho. Su cara apareció de inmediato ocupando toda la pantalla y no pude evitar sentir una rabia desmedida al saber que todo este tiempo me había ocultado la verdad. Y no me lo guardé como lo hice tantas veces, se lo reproché sin cortarme un pelo. Su respuesta no fue del todo convincente, aunque tampoco podía culparla de nada, ¿o sí?
Todo había sido obra de Francesco.
—Sabía que teníamos a una experta en Marketing trabajando en la agencia. Tu nombre salió a la luz y pareció conformarse cuando le aseguré que te incluiría en el proyecto.
—No me lo dijiste, ¿por qué?
—Me pidió expresamente que no lo hiciera —determinó como si no tuviese mayor importancia. Fruncí el ceño y ella chasqueó la lengua con disgusto—. Vamos, Taissa. Sabes que si te asigné esta campaña es porque confío plenamente en tus aptitudes, no solo porque lo demandara uno de los socios de M&S. Es más... —añadió y la vi inclinarse para coger algo del suelo—. Esta victoria asegurará mi ascenso a la Dirección, y por eso mismo ayer he salido a gastarme unos cuantos dólares en tu honor... ¡Mira estos Manolo Blahnik! —exclamó enseñando unos preciosos tacones negros con suela roja—. ¿No son una maravilla?
—Desde luego —rumié mirando a Chad de reojo, quien me observaba disgustado.
Julia es una idiota.
Tras asegurar que nuestra propuesta era impresionante y que esperaba ansiosa el veredicto del cliente, cortamos la comunicación y terminamos de dar forma a los últimos detalles.
Chad ha hecho un trabajo increíble con los diseños, tanto del spot para TV y Redes Sociales, como de la campaña al completo. El mensaje se transmite a la perfección y funciona. Vende. Es una idea cojonuda.
Atravesamos las puertas de las oficinas a las ocho menos cuarto de la mañana. Nicoletta nos saluda como siempre y nos invita a pasar a la sala de reuniones. Somos los primeros en llegar, por lo que acomodamos todas nuestras cosas en un rincón y tomamos asiento hasta que la recepcionista aparece con un café para cada uno.
—En un momento estarán aquí —anuncia con una sonrisa.
—Gracias, Nicoletta.
—De nada, Taissa. ¿Nerviosos?
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Una Estrategia para Conquistarte
ChickLitUn viaje a Milán. Una campaña de publicidad. Un ascenso prometedor. ¿Qué podría salir mal? Taissa es experta en Marketing y trabaja para una prestigiosa agencia de Chicago. Caótica, desordenada e impulsiva, se encuentra en el punto de mira de su jef...