6. Zanzibar

3.8K 205 56
                                    

Capítulo 6
Zanzibar

—Despierta princesa—abro los ojos lentamente, y siento como la mano de Adri me acomoda el pelo detrás de la oreja.—Ya vamos a aterrizar, mira.

Cuando por fin se me despiertan los ojos, que van más lentos que el resto del cuerpo a veces, me fijo en lo que estamos sobrevolando. Es literalmente el paraíso.

—Que bonito.—sonrio estirándome en el asiento y alejándome un poco de Adri. Me he debido pasar todo el vuelo dormida encima suyo, qué vergüenza.

—No tan bonito como tu durmiendo. — es cuando me doy cuenta de que tiene mi portátil abierto en su regazo y ha puesto de fondo de pantalla una foto de mi durmiendo en su hombro.

Que romántico Adrián.

—¿Me has cogido el ordenador sin avisar?—le pregunto alzando las cejas. Este chico tiene un problema de confianza. De demasiadas confianzas concretamente.

—Tenía que editar.—se encoge de hombros.

Como vamos a aterrizar ya, la única azafata del avión le hace guardarlo. Espero que el aterrizaje sea mucho más tranquilo que el despegue.

—¿Tu crees que el aterrizaje será como el despegue?—le pregunto asegurándome de que el cinturón de seguridad este en su sitio.

—¿Tienes miedo?—pregunta con una risa.

—Obvio que no.—me hago la orgullosa, aunque por dentro estoy temblando dedel miedo.

Por suerte para mi, el aterrizaje es súper tranquilo.

Una vez hemos pasado todos los controles de pasaportes, y estamos ya en el coche de alquiler rumbo a la pequeña villa que hemos alquilado. O bueno, que han alquilado, me permito relajarme.

—¿Esta noche fiesta?—pregunta Jopa.—A la actividad del drinking.

—Tengo que editar, pero si Alicia me ayuda yo creo que en dos horas lo tenemos.—dice Adri suplicándome con la mirada. ¿Ahora quiere que le ayude para salir de fiesta? Que se lo hubiera pensado antes de meterse conmigo.

—Yo quiero dormir.—digo bostezando. Es bastante tarde, y si bien me cuesta rechazar una fiesta, mi cosa favorita del mundo es dormir.

—Yo también. — dice Dani desde el asiento delantero. Como es el más alto siempre le toca de copiloto.—Nos podemos quedar Alicia y yo editando, y vosotros salís.—ofrece.

—Adri, a por tu Española.—dice Borja animado.

—No, no.—se niega Adri.—No me fío de como editéis el vídeo. Lo editamos y luego salimos, nada de dormir.

Raro. Pues no tendrá ganas de fiesta.

Plex y yo nos miramos. Supongo que no queda otra.


El portátil en medio, Adri a la izquierda y Plex a la derecha. Parece que dos horas y quince peleas después lo tenemos listo. Por suerte en Zanzibar nuestro alojamiento no está en medio de la puta nada. Así que podemos ir subiendo el vídeo mientras nos vestimos.

Ochenta días | yosoyPlex y adridobylusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora