Ochenta días | yosoyPlex y adridobylus

69. Laponia III

Capítulo 69

Laponia III

La actividad del día, es motos de nieve y pesca. Menos mal que he abandonado la idea de la adivinación, porque sino seguro me hubieran predicho una muerte dura y dolorosa. Aunque el enfado que tengo con Iglesias me está llevando por ese camino.

Si no muero en un accidente de tráfico invernal, seguramente es del estrés. Cualquiera de las dos opciones me parecen igual de factibles.

El chico de la actividad, que de forma cero disimulada le ha lanzado un par de miradas insinuantes a Lili, nos ha explicado como hacer un agujero en la capa de hielo y como pescar. Aunque al ver las caras de no entiendo nada que hemos puesto, parece que nos va a repetir la explicación cuando lleguemos allí.

Llevamos muchos días de viaje y editando, a estas alturas tengo ya el cerebro hecho palomitas.

—¿Cómo lo hacemos para las motos? ¿Tenemos suficientes carnets de conducir?—pregunta el padre de Paula.

—He hecho cuentas y en teoría si, ahora hacemos las parejas.—Adri me mira de lado. No me ha dicho nada desde anoche, signifique lo que signifique eso. Ni un mensaje de whatsapp.

Tampoco es tan difícil. Pensaba que lo de orgulloso se le había pasado. Pero claro, yo tampoco le he escrito.

No puedo procesar el cambio de una noche a otra, es que no tiene nada de sentido.

No sé si es que el frío me congela las ideas, pero como puede ser super romántico y cariñoso un día y al siguiente actuar como si lo que ha pasado entre nosotros el último mes jamás hubiera ocurrido.

En fin. Hombres.

Siguiendo las indicaciones de Dani, me coloco en el lado de los conductores. Espero que no sea muy diferente de un coche, porque sino voy a acabar en las noticias y no por algo bueno. Al final, me asigna al editor de copiloto.

¿Casualidad? Ni de coña.

No sé si lo ha hecho a propósito o si ha sido un movimiento calculado, por lo menos ha sido disimulado para todo el mundo. Menos para Borja, que claramente se ha dado cuenta de las intenciones.

Es que Adri, como se te ocurre subir una indirecta a Instagram. Podemos pelearnos, pero eso es tirar por tierra todas nuestras intenciones de disimular que somos algo.

Si lo somos, claro.

Quiero dejar de darle vueltas a este tema, joder.

—¿Lista?—me pregunta el editor antes de ponerse el casco. Nada más, sencillo y al detalle. Cordial. Está claro que necesitamos un buen momento a solas para hablar.

—Agárrate fuerte, que sino te vas a caer.—le respondo antes de bajarme la visera.

O igual te tiro aposta, depende de como se desarrolle ls mañana.

Cuando el instructor nos da la señal, salimos detrás de él. Trato de prestar atención al paisaje de tundra que nos rodea. Es precioso, y la sensación de la moto de nieve me gusta bastante, nunca pensé que podría ser el tipo de chica adicta a la velocidad.

Y aunque no creo que vaya a convertirme en piloto de moto GP después de esto, está claro que me gusta. Igual las motos de agua en verano pueden ser un plan interesante para hacer con los chicos.

O con los mellizos, porque quien sabe donde estaremos cada uno en verano.

Plex en la Velada, pero el resto... Aún queda mucho tiempo para eso.