Ochenta días | yosoyPlex y adridobylus

30. Hawaii

Capítulo 30
Hawai'i

Creo que es hora de ser honesta.

Qué no es que yo haya hecho nada mal.

¿Yo equivocada? Nunca

No pienso que haya sido así en ningún momento, pero creo que por el bien del grupo voy a tener que tener una conversación con Dani.

Temo el momento.

Adri ya sabe que Plex y yo nos hemos besado, es justo que Plex sepa que Adri y yo también lo hemos hecho. Estoy cansada de jugar al gato y al ratón con uno y otro. Sobretodo porque no ha sido mi intención en ningún momento liarme con los dos. Ha sido totalmente circunstancial y encima me siento como la mismísima mierda por ello.

Así que se acabo. Vamos a hablar las cosas y luego veremos que pasa después. Pero al menos yo quiero tener mi conciencia limpia.

Decidido.

La puerta sigue entre abierta, como la he dejado hace quince minutos cuando he salido corriendo detrás de Adri. Dani sin embargo, ya no está mirándome con cara de no entender nada, simplemente está viendo TikToks en su móvil.

¿Eso es buena señal? Espero que sí.

—¿Podemos hablar?—le pregunto sentándome a su lado.

Como diga que no verás. Encima hoy, que nos toca compartir cuarto y estoy bastante segura de que Jopa ya está durmiendo.

O igual esta viendo YouTube. Confiemos en que si para tenerlo como plan de huida.

Si no a dormir en el felpudo.

—Si.—deja el móvil boca abajo en las sábanas. Al contrario que Adri, que lleva la pulsera de su madre con forma de corazón, Plex no tiene nada en la funda.

—Adri y yo nos besamos.—su cara se descompone al instante. Me imagino que eso no entraba en sus planes. Bueno, esta conversación tampoco entraba en los míos.—Fue en Dubái, en la fiesta esa. No fue nada, y luego hubo otros intentos pero siempre fueron interrumpidos.

Me esta dando miedo mirarle a los ojos. Después de lo de Adri, no tengo fuerzas para otra mirada de decepción más.

—¿Para que me cuentas esto?—me pregunta con un tono de voz que me pilla desprevenida. Dani se acaba de volver imposible de leer para mi. Ahora mismo no sé si lo que quiere es cogerme y hacerme picadillo o si le da igual.

Odio la indiferencia, pero supongo que en este caso me la merezco.

—Quiero ser clara contigo. No quiero que pienses las cosas como no son.

He sonado súper mística.

—Bro Alicia, no te entiendo.— ni medio minuto ha tardado en hacer el mismo gesto de siempre, su mano sobre el puente de la nariz, sujetándola con cansancio.

—No quiero que pienses que estoy jugando contigo. Me he besado con Adri, y no ha significado nada. Me he besado contigo y no se muy bien que significa. Y ya está. No quiero ni arruinar vuestra amistad ni mucho menos, así que quiero que los dos estéis enterados de lo que ha pasado.—lo digo todo sin respirar, así que cuando acabo tengo que recuperar el aire.

Parezco un pez fuera del agua.

Mal momento para chistes Alicia.

Dani se toma unos momentos para pensar. Lo cual, he de decir, que me pone más de los nervios aún si es posible.

¿Me va a mandar a la mierda? Seguramente. ¿Voy a dormir en el pasillo del hotel? No hay duda.

—Vale. Lo entiendo.—parece que todo el enfado que tenía dentro acaba de desparecer. Este chico es demasiado pacífico, honestamente. —Pero si no te importa, hasta que las cosas no estén mas claras, vamos a guardar un poco las distancias.—propone.