Ochenta días | yosoyPlex y adridobylus

78. Madrid: La última aventura

Capítulo 78

Madrid: La última aventura
ft. playlist de Saiko

—Vamos a escribir, nuestras iniciales juntas...—el tarareo de Adri llega hasta donde estoy yo.

La sala la Riviera de Madrid está vacía, pero quedan un par de horas para que se llene a rebosar de fans y seguidores.

Llevo todo el día com una sensación extraña en el cuerpo, un hormigueo extraño que me incómoda y hace que me piquen los ojos.

La prueba de sonido ha sido un éxito, y el cantante granadino está descansando en una de las salas que hace las veces de camerino.

Adri casi tiene doce infartos conociéndole. Siempre he sabido que era fan suyo, pero no me imaginaba que lo fuera hasta este extremo. Le temblaba el pulso haciéndose el selfie, hasta el punto en el que les he hecho yo la foto.

—Los invitados están a punto de llegar.—Dani se asoma por una de los laterales del escenario.—¿Podéis venir un segundo que quiero hablar con vosotros antes de que empiece el caos?

Estoy a punto de levantarme del banco desde el que he estado observando la prueba de sonido, y al que me he quedado pegada cuando han comenzado a llegarme las olas de nostalgia. En mi cabeza, si fingía como que todo esto no estaba sucediendo y me quedaba apartada a un lado, pues realmente no iba a suceder.

—Ahora vamos, Plex.—Lili se sienta un segundo a mi lado.

No dice nada al principio, solamente me abraza y ese gesto es suficiente como para que no pueda contenerme más y empiece a llorar. No quiero que esto se acabe. Ha sido como un paréntesis tan especial en mi vida que tengo miedo de no saber continuar viviendo sin ello.

Sin ellos.

Lili no nos lo ha dicho aún, pero sabemos todos que tiene que volverse a Australia, es cuestión de tiempo que la morena haga las maletas y se vaya a miles de kilómetros de nosotros. Y el resto, espero que las cosas no cambien y aunque ya no estemos las veinticuatro horas del día juntos, la amistad pueda mantenerse.

—Alicia.—mi amiga trata de hacerse la dura, pero yo sé que ella está llorando también.—Deberíamos ir, vamos.—abrazadas por el lado, como dos abuelitas caminamos hacia la zona del backstage.

Los invitados son una lista bastante larga de personas, desde amigos de los chicos, nuestros familiares, a personajes como Felipe, al que en realidad tengo bastantes ganas de ver. También quiero presentar a Ana a los mellizos, porque aunque se lleven un par de años sé que podrían hacer buenas migas.

La entrevista de Dani ayer fue todo un éxito. Creo que todos acabamos con una sensación de orgullo enorme, además sus padres nos trataron con mucho cariño y su hermana se unió al clan anti-hombres que tenemos Lili y yo.

En conclusión, fue una buena noche. La vuelta al hotel a editar se sintió extraña, pero Adri y yo nos pusimos mano a mano con un café y con los chicos dando vueltas alrededor nuestra. Es de las pocas veces que todos querían asegurarse de que el vídeo saliera bien. Es como que al estar todas las familias les importaba que tuviera ese toque especial.

Y el día de hoy ha empezado siendo un no parar, corriendo de un lado a otro. Y así va a ser hasta que se acabe el evento.

—Estamos ya todos.—dice Jopa cuando aparecemos en la habitación. Solo estamos los seis, sentados en diferentes sofás.