48. Costa Rica IV

1.6K 140 36
                                    

Capítulo 48

Costa Rica IV


Tal y como acabaron las cosas la noche de ayer, empieza el día de hoy. No con la parte de las confesiones románticas, esas son parte de la noche de ayer y parece que se van a quedar en la noche de ayer.

Adri sigue enfermo, pero eso le ha sacado un lado tierno y de niño pequeño que pensé que no vería nunca. El chico acaba de colgar una videollamada con su madre, a la cual he de decir que amo y adoro, y ahora ha optado por hacerse una bolita en el sofá a mi lado.

En la piscina, fuera, Plex está grabando cosas para el vídeo. Estamos haciendo algo de tiempo porque la mitad del grupo que estaba bien de salud parece que ha caído como moscas también. La resistencia somos Archie, Dani y yo.

Y veremos por cuanto tiempo.

En esta ciudad hace muchísimo calor y la humedad es insoportable. Toda la ropa que te pones se te queda pegada al cuerpo en cuestión de segundos y la idea de ducharse no se nos pasa ni por la cabeza. Es gastar agua para estar exactamente igual de sucio que antes de meterte. Segun te secas con la toalla estas sudando otra vez.

La verdad que el día de hoy se nos está haciendo a todos un poco bola. Como cuando te metes un trozo de filete muy grande en la boca y por más que mastiques te das cuenta de que no hay forma humana de que lo tragues.

Pues así.

—Ven.—me pide Adri

—¿A donde?—estamos literalmente piel con piel en el sofá. Estoy segura que la parte de mi rodilla en la que tiene su cabeza apoyada tiene un charquito de sudor.

Es que esto es hasta asqueroso.

—Abrázame.—pide de nuevo.

¿Veis lo que os digo? La enfermedad está sacando un lado de él que desconocía. Igual es por eso que dicen "en la salud y en la enfermedad", porque cuando te pones malo te vuelves un niño pequeño que solo quiere amor.

—Pero Adri...—estoy a puno de replicar que hace demasiado calor para eso, pero pone cara de pena y no me queda otra que ceder. Adri haciéndome pucheros es demasiado para mi pobre corazonicto.

Por suerte llevo un bikini debajo de la camiseta, así que me quedo en la ropa de baño y dejo el ordenador en el que le estaba dando los últimos toques al vídeo encima de la mesa. Estos días, subir el contenido se esta volviendo una carrera de obstáculos.

El poco internet y la falta de cobertura nos tienen a Dani y a mi rompiéndonos la cabeza para conseguir subir el contenido y poder enviarle a mis jefes los trabajos que me piden. Esta vida doble de Hannah Montana en la que hago dos trabajos a la vez se me está empezando a complicar.

Espero que el próximo destino sea más sencillo en ese aspecto.

—¿Ya estas contento?—le pregunto cuando estamos por fin abrazados. Sudando de forma conjunta, ¿no es romántico?

—Si.—suspira, su respiración cae sobre mi hombro, y me hace cosquillas con cada inhalación.

A quien quiero engañar, no se está mal así. Ósea nos haría falta un ventilador para estar ya en el cielo, pero bueno, no se puede tener todo.

—No creo que ese es el concepto de cuarentena del que Plex hablaba anoche cuando dijo que por favor tuviéramos cuidado para no ponernos todos malos.—comenta Archie cuando pasa por nuestro lado.

—Te recuerdo que nos has contagiado tú.—se queja Adri. Eso es verdad, el paciente cero es el inglés.

—Eres un envidioso.—le respondo.

Ochenta días | yosoyPlex y adridobylusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora