Ochenta días | yosoyPlex y adridobylus

65. De Argentina a Europa

Capítulo 65
De Argentina a Europa

—¿De verdad te lo estás pensando?—eso es lo que me ha preguntado Lili antes de salir de casa.

Borja y ella se han quedado en el centro para pasar tiempo juntos, ahora que han arreglado sus problemas. O lo que en mi idioma entiendo como: solucionar sus discusiones con sexo.

Y Adri se ha quedado también. No para tener sexo con ellos.

Espero. Eso sería raro.

Sino para editar lo máximo posible y descansar. Lo mismo que debería estar haciendo yo. Pero anoche me cogió por banda Jopa y fue muy difícil decirle que no.

Casi tanto como a Adri. Un planeta me quedaría precioso en el tobillo izquierdo, ¿no?

Puede ser la luna. O el sol. Igual no tiene porque ser estrictamente el mismo tatuaje que el suyo.

Por eso Lili piensa que estoy perdiendo la cabeza.

Para nuestras últimas horas en Argentina, y para el día setenta y dos hemos venido a la villa treinta y uno. Muchos de los seguidores han pedido que vengamos en los comentarios.

Otros muchos han dicho que ni se nos ocurra, pero quienes somos nosotros para decir que no.

En teoría es una de las zonas más peligrosas de la ciudad. Pero también de las mas estigmatizadas, por lo que veremos si realmente es para tanto.

Esa es la teoría, porque en la práctica igual morimos en el intento.

Yo de todas formas no entiendo porque siempre tenemos que arriesgar nuestra vida. Si a los fans les gusta vernos vivos.

V- I - V - O - S

Es que parece que a Dani a veces le cuesta creérselo.

Ese va a ser su siguiente tatuaje.

—La verdad es que nunca estuve aquí.—el chico que nos ha traído es un youtuber argentino amigo de Plex. Nico.

En este mundo parece que todos se conocen.

—¿Y tú eres nuestro guía?—Jopa pone cara de rallado, para variar. Necesitamos un cámara con un poco menos de miedo en el cuerpo.—Jugándonos la vida bombísima.

¿Alguien sabe donde podemos encontrar otro?

—Alicia, ¿viste este vídeo de Adrián?—me pregunta Maxi. El argentino, me muestra la pantalla de su teléfono.

Debe de tener por lo menos tres o cuatro años menos. Sale en lo que parece su cuarto, con las mismas pintas de editor que tiene ahora.

Algunas cosas no cambian.

—Hola buenas, soy Adrián, quería pedir una pizza familiar...—tengo que darle pausa al vídeo, porque como vea un solo segundo más me hago pis encima.

QUE BUENO.

Que risa, socorro.

—¿Pero de donde habéis sacado esto?—pregunto. Me duelen los abdominales de reírme, y eso que no tengo.