56. Chile II

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Capítulo 56
Chile II



Dani cuelga la llamada cuando me siento en la mesa.

Mejor.

Me he servido del bufet pollo empanado y macarrones, que tenían tan buena pinta que no me he podido resistir.

—Menú infantil para la niña de la casa.—le saco la lengua antes de llenarme los carrillos de la deliciosa comida.—¿Ya te has puesto al día con Lili?

—Algo así.—dios mío, te pedí una cena, no un manjar. Que bueno está esto.

—Guay. ¿Y el vídeo?—se le nota tenso. La presión de los vídeos le está pasando factura, eso y lo de Brunella. Y lo mío.

Ojalá las cosas fueran como antes, al principio de todo, cuando teníamos la confianza de poder contarnos las cosas.

Me acuerdo de aquellos primeros días, en los que me contaba sus reflexiones y yo le acompañaba en los paseos por la playa. Cuando se negaba a hacerme fotos porque el postureo no era lo suyo.

Ahora todo es mucho más complicado. Si no hubiéramos tenido sentimientos las cosas serían tan diferentes.

Aunque de poco sirve ahora lamentar eso.

—El vídeo en proceso, pero el ritmo que llevamos es insano. Esto nos va a pasar factura a todos en cualquier momento.—suspiro. Sabe que tengo razón, le he visto mirar los batidos de proteína con asco y los días más tranquilos que hemos pasado en Perú los ha disfrutado de otra manera.

Independientemente de la compañía.

—Esto estaba hablando con Adri ahora. Vamos a intentarlo, a ver si podemos. Si no habrá un día sin vídeo y punto.—asiento con la cabeza.

Ahora que estamos a solas, es el momento de hablar con calma de Perú y su amistad o lo que sea con Brunella.

Plex tiene un corazón muy muy grande. Me da miedo que salga herido por estas situaciones. Aunque sea yo la primera que le haya hecho daño.

—¿Podemos hablar de estos días?—le pregunto con cautela. Al final quiero trabajar por recuperar nuestra amistad, no seguir abriendo el espacio entre nosotros. Lo último que quiero que piense es que esto es un ataque de celos.

Porque no lo es.

Plex se queda un rato en silencio, observando la comida desaparecer de mi plato. Tal vez esto haya sido un error. Ya me estoy arrepintiendo.

Al final responde.

—Me dijo Adri que me viste con Brunella.—la forma en la que pronuncia su nombre, imitando el acento peruano para que suene lo más natural posible me da que pensar.

Igual esto no es tan casual como Lili lo había visionado.

—Si. Os vi la primera noche también, y en el tren.—confieso. Ahora que las cartas están sobre la mesa por mi parte, me gustaría conocer el próximo movimiento que va a hacer el Youtuber.

Bien sencillo, cogerse la nariz por el puente y suspirar.

Típico de Plex.

—Te voy a ser sincero.—termina por decir después de sopesar sus opciones.—La conversación con Adri de ayer me dejo con las ideas más confundidas de lo que ya estaban. Pero estoy casi seguro de que he pasado página.

—¿Ha sido por Brunella?—no quiero saberlo, pero algo dentro de mi no puede vivir sin esa información. El jin y el jan peleando dentro de mi.

Quien sabe, si soy remplazable para Dani lo más seguro es que también lo sea para Adri.

Las cosas son así.

Ochenta días | yosoyPlex y adridobylusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora