10.

8 3 0
                                    

21 de noviembre 2013

Por ser un día tan especial, me placho el cabello, me pongo un moño morado, me enchino las pestañas y llego muy feliz a la secundaria.

—¿Dónde está la cumpleañera más guapa?

Volteo feliz al escuchar la voz de Alejandro detrás de mí y corro hacia él. Tiene globos de colores en sus manos y un peluche. Me abraza y sonríe.

—¡Feliz cumpleaños, Cecy!

Me separo de él, sin dejar de sonreír.

—Esto es para ti —me da los globos y el oso.

—¡Ay, gracias, Alejandro!

—De nada, mi reina de 14 años.

Sonrío mientras él me da una vuelta y me pega a su cuerpo.

—Te quiero, aunque seas mayor que yo por 6 meses.

Río y lo abrazo.

—Yo también te quiero, tarado.

Llegan Laura y Abdiel.

—¡Vaya! —exclama Laura—. ¿Y todos esos globos?

—Me los dio Alejandro —sonrío feliz mientras abrazo al oso de peluche.

—Debí imaginarlo —rueda los ojos mientras sonríe.

—Como que eres muy atento y detallista con Cecy, ¿no, Alex? —dijo Abdiel.

Alejandro lo mira mal.

—¡Feliz cumpleaños, Cecy! —Laura me abraza—. Ya te felicité por Facebook, pero hacía falta el abrazo. ¡Te quelo mucho!

—Gracias, Laura —sonrío—. Yo también te quiero.

—Felicidades —ahora me abraza Abdiel.

—Gracias, Abdiel... ¿Qué clase nos toca ahorita?

—Formación cívica y ética —responde Laura.

—Ay, qué aburrido —dice Alejandro.

—Solo lo dices porque el profesor a ti te odia —le dice Abdiel.

—No es mi culpa que él crea que yo soy peor que la peste.

—Es raro que él te odie —dice Laura—, la mayoría de profesores te adoran porque eres el más inteligente.

—Pero para él, Abdiel es su favorito.

—No tengo la culpa de ser encantador —sonríe.

Todos reímos.

Toca el timbre para ir a clases. El salón de formación cívica y ética está en el segundo piso, así que subimos y entramos.

En esta clase el profesor nos tiene acomodados por orden de lista, por lo que a mí me toca sentarme en la primera fila, Abdiel en una de las de en medio y a Alejandro y a Laura casi en las últimas.

El profesor está revisando cuadernos para terminar de evaluar este trimestre. A mí ya me dio mi calificación final; saqué 10. Mientras continúa revisando los trabajos de mis  compañeros, yo estoy en la redes sociales en mi celular y con un audífono puesto escuchando música. De pronto escucho que el maestro regaña a alguien. Me quito el audífono y levanto mi mirada para ver a quién le está hablando de esa manera tan golpeada; es a Alejandro.

—No puede ser que otra vez sea lo mismo contigo, Reyes —le dice el profesor a Alejandro.

—Profe, no es siempre lo mismo, solo que...

Todo cambió. Libro #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora