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—¿Cómo qué ustedes eran novios en la primaria? ¿Ya se conocían desde antes? ¿Por qué no nos contaron nada? —Abdiel está muy desconcertado.

—A ver, Abdiel, te voy a explicar —le digo—, pero cállate, no hagas de esto un escándalo, por favor.

—Bueno, pero díganme qué pasa que no entiendo nada.

Doy un suspiro.

—Sí, Abdiel, nosotros ya nos conocíamos de antes, desde 4to de primaria para ser exactos, y sí fuimos novios en la primaria.

—¿Y por qué no nos lo contaron cuando conocimos a Alexis?

—Porque... ¿Recuerdas esa vez que estábamos jugando a la botellita y tú me preguntaste si ya me había enamorado y de quién?

—Ajá... —asiente.

—Y yo te respondí que de Alex.

—Aaaaaah, ¿entonces Alexis es ese “Alex” que mencionaste esa vez?

—Sí —asiento—. Alejandro se sintió mal porque se llama “Alex” igual que él. No quería que se sintiera aún peor al saber que “Alex” está aquí y que es él —señalo a Alexis—. Tú has visto lo celoso que se pone cuando me ve con Alexis. Imagínate cómo se pondría si sabe que entre Alexis y yo hubo algo.

—Sí, se pondría muy mal y extremadamente celoso. Pero Cecy, eso fue en la primaria, fue algo de niños, ¿no?

—No —dice Alexis—. Suena extraño porque apenas éramos niños, no digo que ahora estemos muy grandes, pero teníamos como 10 y 11 años cuando eso pasó. Nosotros nos enamoramos, Abdiel, nos quisimos de verdad. Hasta la fecha yo sigo sintiendo algo y siempre soñé con volver a verla o al menos saber de ella.

—¿Entonces tú también sientes algo por él todavía, Cecy? Porque es que la neta no me parece que estés usando a Alejandro, él no lo merece.

—Abdiel, yo no estoy usando a Alejandro, yo en serio lo quiero y quiero que mi relación con él funcione y sea muy duradera. No te negaré que por Alexis siento algo especial porque él estuvo conmigo en mis peores momentos, momentos que ni te imaginas, pero actualmente yo quiero a Alejandro, y bastante.

—Es que no entiendo, se me hace tan increíble esto que me cuentan.

—Yo sé que tal vez ahora no lo entiendas y ni estés de acuerdo con nosotros, pero por favor, Abdiel, por favor, por lo que más quieras, no le cuentes a nadie, ni a Laura y mucho menos a Alejandro. Nadie debe ni tiene porque saber la relación que hubo entre Alexis y yo. Te lo pido, no se lo digas a nadie.

—Está bien, Cecy, te prometo que no diré nada. Pero la neta no estoy de acuerdo en que le ocultes esto a Alejandro, él es tu novio.

—Sí y te prometo que después yo misma hablaré con Alejandro y se lo contaré todo, pero por ahora no y no quiero que esto salga de la boca de otra persona.

—Bueno, esa es tu decisión y está bien, yo no diré nada.

—Pero prometemelo, Abdiel, que tú eres muy comunicativo y algo imprudente.

—Tampoco me ofendas, eh —dice ofendido—. Ya te dije que no diré nada, neta —levanta la mano—. Es una promesa.

—Gracias —lo abrazo.

—No me agradezcas, Cecy, es tu vida.

Lo suelto y le sonrío.

—Te quiero, imbécil —le digo.

—Yo también, imbécil —sonríe—. ¿Y Alejandro dónde está?

Ruedo los ojos.

—Hablando con Melina sobre Coldplay y no sé qué tanto. Ni notó cuando me fui.

Todo cambió. Libro #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora