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Es sábado por la mañana y estamos en casa de Alexis. Hemos llegado Laura, Abdiel y yo. Alexis nos trae algo de botanear y beber en lo que llega Alejandro.

-¿Alguien invitó a Melina? -pregunta Abdiel mientras agarra de las botanas que trajo Alexis.

-Yo no -digo.

-Yo tampoco -dice Alexis.

-Yo le dije y le pasé la dirección -cuenta Laura-, pero no sé si vaya a venir.

-Pues ella ni es importante. Es decir, no me refiero a que no sea importante lo que hará, pero pues ahorita vamos a actuar y ella no tiene un papel en la obra -comento.

-Bueno, eso sí -asiente Abdiel-. Oye Alex, ¿esta es casa de tu mamá o de tu papá?

-De mi papá.

-¿Y él dónde está?

-Salió a comprar unas cosas.

-¿Y no le molesta que estemos aquí? -pregunta Laura.

-Para nada -responde Alex.

Con el padre de Alexis no hay problema, en cambio si fuera su mamá, si me preocupara porque con ella hablé en varias ocasiones en la primaria, ella me podría reconocer delante de todos, y no quiero eso.

En eso tocan la puerta de la casa.

-¿Es tu papá? -le pregunto.

-No creo, seguro es Alejandro -se va a abrir.

Él tiene razón, efectivamente es Alejandro, pero no va solo...

-¡Hola! -saluda Melina, sonriendo.

Ruedo los ojos y me cruzo de brazos.

Melina y Alejandro entran a la casa y saludan a todos. Melina me saluda y yo la saludo normal. Alejandro también me saluda, pero a él ni siquiera volteo a verlo.

-¿Qué tienes, amor? -me pregunta.

-Nada -sin verlo me voy con los demás.

-Pues hay que subir a mi cuarto, ahí ensayamos -dice Alexis.

-Nosotros te seguimos -dice Laura.

Alexis sube las escaleras y todos vamos detrás de él.

El cuarto de Alexis es grande y está lleno de cosas de fútbol.

-¿Trajiste los libretos, Alejandro? -le pregunta Abdiel.

-Sí -los saca de la mochila y nos lo entrega.

Mi libreto es más grande que el de los demás, y es lógico porque yo soy la protagonista y mi personaje aparece en toda la obra.

-Bueno, empecemos con Fresita y su mamá, que son Laura y Cecy -dice Alejandro.

-"Hija, necesito que por favor vayas a dejarle pan a tu abuela" -le dice la mamá a Fresita".

-"¡Ash, mamá! ¡¿Y yo por qué?!"

-"Porque es tu abuelita, y yo tengo muchas cosas qué hacer".

-"¡Ay, mamá! -Fresita rueda los ojos-. Pero ir así caminando por el bosque con una canasta de pan, o sea, te súper juro que eso es así tipo cero nice y así eh".

-"Deja de ser tan payasa, Fresita, y ve rápido si no quieres que te quite el celular".

-"¡Ash! -vuelve a rodar los ojos-. Pues ya qué -agarra la canasta y camina para salir.

-"Y recuerda no hablarle a extraños".

-"Sí, sí, sí, mamá, no me digas qué hacer" -sale de casa.

Todo cambió. Libro #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora