Capítulo 6: Serena

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La empresa de seguridad es una de las más modernas y avanzadas del país. Tiene un edificio de cristal y metal, con un sistema de vigilancia de última generación. Tormenta y yo sabemos que no será fácil entrar, pero confiamos en nuestro ingenio y nuestra suerte.

Entramos en la empresa con confianza y nos dirigimos a la recepción. Allí nos atiende una mujer rubia con una sonrisa falsa. La reconozco. Es la secretaria de mi tío. Me mira con desprecio, pero no dice nada. Le entregamos nuestros papeles y le pedimos que nos deje pasar. Ella los revisa con recelo y luego llama por teléfono.

Nos dice que tenemos que esperar un momento. Tormenta y yo nos miramos nerviosas. ¿Nos habrán descubierto?

Después de unos minutos, la secretaria nos dice que podemos subir al quinto piso, donde está el departamento de contabilidad. Nos da unas tarjetas magnéticas para abrir las puertas. Tormenta y yo le damos las gracias y nos dirigimos al ascensor. Una vez dentro, pulsamos el botón del quinto piso y el del sótano. El sótano es donde está la caja fuerte donde mi tío guarda los documentos importantes. Ese es nuestro verdadero objetivo.

Cuando llegamos al quinto piso, salimos del ascensor y nos mezclamos con los demás empleados. Veo algunas caras conocidas, pero nadie me saluda. Todos me ignoran o me evitan. Nadie se ha dado cuenta que hace 3 días era la dueña del lugar.

Sigo caminando con Tormenta hasta llegar al final del pasillo, donde hay una puerta que dice "Sólo personal autorizado". Usamos nuestras tarjetas para abrirla y entramos en una escalera de emergencia.

Bajamos corriendo hasta el sótano, donde hay otra puerta con un lector de huellas. Tormenta saca de su bolso un guante de látex con la huella de mi tío, que consiguió de una manera que no quiero saber. Lo pone sobre el lector y la puerta se abre. Entramos en la caja fuerte.

Dentro hay una gran cantidad de archivadores, cajas y carpetas. Tormenta y yo nos separamos y empezamos a buscar el testamento falso. Revisamos todo lo que podemos, pero no encontramos nada relacionado con el testamento. En cambio, encontramos documentos falsos que hacen quedar mal a mi abuelo y a mí. Parece que mi tío ha estado difamándonos y manipulando las cuentas para hacerse con el control de la empresa. No tenemos pruebas, pero sí más dudas. Ahora estamos seguras de que alguien en la empresa ayudó a mi tío. Pero ¿quién?

No tenemos tiempo de seguir buscando. Oímos una alarma que se activa. Alguien ha detectado nuestra presencia. Tormenta y yo salimos corriendo de la caja fuerte y subimos por la escalera de emergencia. Llegamos al quinto piso y nos dirigimos al ascensor. Por suerte, nadie nos ve. Entramos en el ascensor y pulsamos el botón de la planta baja. El ascensor baja rápidamente y se abre en la recepción. La secretaria nos mira con sorpresa, pero no dice nada. Tormenta y yo salimos de la empresa como si nada y nos montamos en nuestro coche. Arrancamos y nos alejamos de allí. Hemos logrado escapar.

Pero nuestra aventura no ha terminado. Cuando salimos de la ciudad, nos damos cuenta de que alguien nos persigue. Es un coche negro, con los vidrios polarizados. No podemos ver quién lo conduce, pero sospechamos que es uno de los secuaces de mi tío. El coche se acerca a nosotros y nos intenta sacar de la carretera. Tormenta y yo nos asustamos y tratamos de esquivarlo. El coche nos choca por detrás y nos hace perder el control.

Tormenta maneja y sin saber cómo hace una maniobra digna de un corredor profesional, gira el volante con fuerza y acelera a fondo. El coche negro nos pasa de largo y se estrella contra otro árbol. Tormenta y yo respiramos aliviadas. Hemos logrado escapar de nuevo.

Pero nuestra suerte se acaba cuando un hombre sale del coche y nos dispara. Tormenta y yo sentimos el pánico y escapamos a toda velocidad. Nos dirigimos al departamento que compartía con Tormenta, donde nos podremos analizar lo que hemos encontrado y planear que hacer.

ALFA VENDIDO: CADENAS ROTASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora