Capítulo 20: Serena

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Hemos entrado en una rutina agradable. Nos despertamos temprano, Sky se va al bosque a correr un rato y yo me ducho. Luego él vuelve y se ducha mientras yo preparo el desayuno. Después nos vamos a la fortaleza, donde pasamos la mañana. Yo entreno con Cris y Briam y Sky se reúne con Bianche para sus terapias. Almorzamos en la fortaleza y luego nos dirigimos a alguna de las aldeas.

A veces vamos a la aldea de los lobos, ello quieren que Sky sea su alfa, pero él todavía tiene problemas para socializar. Además, supongo que algún día él se irá y recuperará su propia manada. Aún no le gusta que lo toquen.

Ya no me llama amo, pero suele tratarme como si lo fuera. No quiere hablar de lo que vivió en el club, ni de lo que le pasó cuando estuvo prisionero con los otros alfas. Sé que estuvo en al menos cuatro manadas distintas, una de ellas es la del alfa Hunter. Estoy investigando con Remy en el registro de manadas sobre estos alfas y sus conexiones, tal vez así pueda saber de dónde es Sky.

He decidido que hoy le voy a enseñar a Sky a defenderse. Esta claro que al ser un alfa debió haber entrenado y tal vez eso le haga recordar cosas.

Lo llevo al bosque, donde hay un claro con un arroyo. Le digo que se ponga en posición de combate, que levante los puños y que mire a su oponente a los ojos. Él me obedece, pero se nota que está nervioso y confundido. No sabe cómo pelear, espero que su cuerpo recuerde.

—Sky, voy a atacarte y tú tienes que esquivar o bloquear mis golpes. ¿Entiendes? — le explico con paciencia.

—Sí. — me responde con voz baja.

—Bien. Empecemos. — le digo y lanzo un puñetazo hacia su cara.

Él se queda paralizado y cierra los ojos esperando recibir el impacto. No le pego, solo acerco mi puño lo suficiente para que entienda.

—Lo siento, Sky. Pero tienes que reaccionar. No voy a lastimarte, solo quiero que aprendas. — le digo con suavidad.

—Está bien, Serena. — me dice y vuelve a ponerse en guardia.

—Muy bien. Ahora, otra vez. — le digo y vuelvo a atacar.

Esta vez, él intenta esquivar, pero es demasiado lento. Le doy en el hombro y él se queja.

—Casi, Sky. Casi lo logras. Tienes que ser más rápido y ágil. Concéntrate, tu tienes tus reflejos de lobo, solo que están dormidos. — le animo.

— Lo intentaré, Serena. — me dice y se prepara para el siguiente golpe.

Así seguimos durante un rato. Yo le lanzo diferentes ataques y él trata de evitarlos o detenerlos. A veces lo consigue, otras no. Pero noto que va mejorando poco a poco. Se va soltando y moviendo con más fluidez. Empieza a anticiparse a mis movimientos y a contraatacar.

— Muy bien, Sky. Ahora eres tú el que me ataca. — le digo y me pongo en defensa.

—¿Yo? — me pregunta sorprendido.

— Sí, tú. Vamos, no tengas miedo. Yo sé defenderme. — le digo y le sonrío.

— Está bien, Serena. — me dice y me lanza un puñetazo.

Yo lo esquivo con facilidad y le devuelvo una patada. Él la bloquea con el brazo y me da una palmada en el pecho. Yo la desvío con la mano y le doy un codazo en el costado. Él lo esquiva y me agarra inconscientemente la muñeca.

Seguimos entrenando durante un buen rato. Sky se va haciendo más confiado y fuerte. Me ataca con más intensidad y variedad. Yo le devuelvo los golpes con igual fuerza.

Estoy orgullosa de ver cómo progresa, puedo ver en sus movimientos el recuerdo de su entrenamiento alfa. En un momento, él me sorprende con un movimiento que no esperaba. Me agarra por la cintura y me levanta del suelo. Luego me lanza con fuerza contra el suelo, haciéndome caer de espaldas. Siento el aire escaparse de mis pulmones y el dolor en todo mi cuerpo. Él se acerca a mí, preocupado.

ALFA VENDIDO: CADENAS ROTASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora