ALFA VENDIDO: CADENAS ROTAS

Capítulo 49: Serena

Llevo a Max de la mano por la playa, sintiendo la arena suave bajo mis pies y el viento fresco en mi cabello. Lo miro a él y sonrío, viendo cómo ha cambiado desde que lo conocí. Ya no es el hombre lobo asustado. Ya no se ve a sí mismo como una víctima, sino se está empezando a ver como un alfa, un líder y un guerrero. Y lo mejor de todo, es que él está tomando la iniciativa para estar conmigo, para demostrarme su amor y su pasión. Aunque tal vez un día lo sorprenda yo, solo espero no asustarlo.

— ¿Qué piensas?— me pregunta él, acercando su rostro al mío.

— En ti — le respondo, besando su nariz—En lo mucho que te quiero, en lo feliz que me haces.

—Yo también te quiero, Serena.

Nos abrazamos, sintiendo el latido de nuestros corazones sincronizados. Me gustaría que aceptara entrenar conmigo y con Katzi, al ser mi mate sé que él también puede usar un poco las habilidades de ella, sobretodo si no quiere que intervenga en la captura de Droch.

— ¿Te gustaría que entrenáramos juntos? — le propongo.

—No, Serena. No quiero lastimarte —dice él, negando con la cabeza — Recuerda lo que pasó la primera vez que entrenamos.

—Eso fue un accidente, Max. Además, no será ese tipo de entrenamiento —le explico, sonriendo —Será algo diferente, algo que tiene que ver con Katzi.

En ese momento, Katzi aparece ante nosotros, materializándose con un destello naranja. Nos mira con sus ojos dorados, y ronronea, acercándose a nosotros. La acariciamos, y ella se frota contra nosotros, demostrando su afecto.

●—Hola, Katzi. —le digo, besando su cabeza.

●—Serena, convence a Max, quiero jugar con él también— me pide Katzi.

●—Sé bien que te gusta conversar a mis espaldas—le reclamo en broma—. ¿Por qué no le dices?

●—Por la misma razón que no puedes comunicarte con Logan—me dice molesta.

—¡Touche! Punto a tu favor—le digo sonriendo.

—Aunque no puedo leerles la mente, sus caras son todo un poema— nos bromea Max, acariciando a Katzi.

—Lo siento, Katzi realmente quiere entrenar contigo, aunque para ella es como un juego—le cuento, sintiéndome mal porque hace días que no puedo escuchar a Logan, ni a Katzi que le encanta molestar a su lobo.

Puedo ver que Max está discutiendo mentalmente con Logan, y el sentimiento de vacío crece.

—¿Estas segura que no te lastimaré de ninguna forma, Serena? - me pregunta él.

—Segurísima, vayamos de pocos, además nos servirá para estar más cerca - le digo, animándolo.—Katzi quiere compartir contigo su poder del fuego, así que no vamos a pelear entre nosotros.

—Está bien, Serena. Confío en ti. Pero no sé cómo será - dice él, aceptando.

Katzi nos mira, y sonríe, está feliz porque eso significa también que tendrá que quitar la barrera que nos bloquea. Katzi sale volando por la playa, haciendo piruetas y desaparece. Ella siempre se mantiene cerca aunque no podamos verla. Seguimos paseando por la playa agarrados de la mano.

Max me comenta que aún no pueden seguir el rastro a Droch, y eso lo preocupa mucho. Dice que no sabe dónde se esconde, ni qué planes tiene, ni cuándo atacará. Dice que teme por nuestra seguridad, por nuestra felicidad, por nuestro futuro.

—Tranquilo, Max. No estás solo en esto. — le digo, tratando de calmarlo—. — Le he pedido a Remy que investigue algo para estar seguros. Tal vez encuentre alguna pista, alguna información que nos sea útil.