ALFA VENDIDO: CADENAS ROTAS

Extra 01: Tormenta

¿Cómo puede la vida cambiar en un instante? No lo sé, de verdad. ¿Cómo puedo disfrutar del impresionante lobo que me abraza cuando veo a la enorme Katzi llevándose a mi querida amiga?

—Eres mía —me dice el guapetón con una voz increíblemente sexy.

Estoy a punto de responder cuando el caos estalla. Veo a Katzi volar y sé que debo correr a ayudar a mi amiga. Dejo al atractivo moreno y salgo disparada; él me sigue y entiendo su dolor porque yo también lo siento.

—Perdóname, bomboncito, pero si algo le pasa a mi amiga, jamás me lo perdonaría —le digo sin dejar de correr.

Mi lobo, porque sé que será mío, solo asiente. Su comprensión silenciosa me hace querer detenerme y devorarlo ahí mismo. Remy corre a nuestro lado, no sé a dónde fue, pero sé quién es el culpable.

—La casa de su madre está en la esquina —me informa el guapo.

—Gracias —respondo y al llegar veo a Duncan con el idiota de Sky.

Los amigos de Sky están con él, tan tranquilos. Yo realmente pensé que Sky sentía algo por ella. Cuando me dijo que era su compañero, me preocupé un poco, pero la forma en que la miraba parecía sincera. Pero no. Mi rabia crece y no puedo contenerme más; me lanzo sobre Sky y golpeo su rostro.

No le permito levantarse, golpeo su rostro y pecho mientras mis lágrimas caen con furia. Nunca había sentido tanta rabia.

—Mujer, déjalo, apenas se está recuperando —Duncan intenta sin éxito que suelte a Sky.

—Si le ponen un dedo encima a mi Luna, los que necesitarán recuperarse serán ustedes —les gruñe mi lobo mientras se acerca.

—Tormenta, déjalo, aún podemos salvar a Serena —Remy intenta calmarme.

—¿Cómo pudiste rechazarla? ¿No te das cuenta de lo que has hecho? —Le grito a Sky, sollozando. Mis golpes pierden fuerza; solo quiero que ella esté bien.

—Yo no quise rechazarla —dice Sky.

Siento cómo mi lobo se acerca y me levanta del suelo, abrazándome. Su toque me calma un poco; siento sus labios sobre mi frente diciendo palabras reconfortantes, prometiendo ayudar a recuperar a mi amiga. Me dejo abrazar por él.

—Sk... Max, ¿por qué dices que no querías rechazarla? —pregunta Remy con una voz que me hiela la sangre.

—Primero sentí un vacío, luego recuperé todos mis sentidos y pude oler a mi compañera. Cuando ella me llamó por mi nombre, todos mis recuerdos volvieron. Pensé que era un recuerdo de cuando Noira y Droch me maldijeron, pero no era así. Noira dijo que ya sabía quién era mi compañera y me desesperé por protegerla. Luego escuché la voz de Serena despidiéndose —explica Sky.

—¡Maldición! Tenemos que encontrar a Serena. ¿Está usando el collar que le regalé? —Remy pregunta con urgencia. ¿De que color eran sus ojos?

—Lo llevaba —responde Sky con un gruñido.

—El color de sus iris era casi gris —dice Duncan.

—¿Gris o blancos? —Remy parece desesperado.

—Casi blancos, creo. ¿Qué importancia tiene eso? —Duncan está confundido.

—¿Ustedes sabían que ella era mi compañera? —Sky nos interroga.

—Yo lo supe desde el principio —responde Remy con sequedad.

No esperaba eso. ¿Por qué ella se lo contó antes que a mí? Se supone que compartíamos todo.

—Ella me lo dijo el día que se emborrachó —confieso, abatida.

—Max, necesito rastrear a Serena. ¿Puedo usar tu conexión con ella? —Remy se acerca a Sky para explicarle.