Capítulo 25: Sky

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Ha pasado un mes desde que empecé a entrenar con los chicos, y puedo decir que he mejorado mucho. Los entrenamientos son intensos y la creo que hasta divertidos. A veces, formamos parejas y practicamos técnicas de lucha juntos. Otras veces, peleamos uno contra uno o trabajamos en equipo. Me siento más fuerte y más seguro de mí mismo.

Fuera del entrenamiento, me estoy acostumbrando al contacto físico. Aunque todavía no me siento tan cómodo, sé que no se acercan a mi con mala intención. A veces, los chicos me palmean la espalda y me animan a mejorar en el entrenamiento, ya no me siento tan incómodo como antes.

Hay veces que entrenamos con las chicas. Serena esta entrenando para poder usar las habilidades de Katzi sin que le consuma toda su energía, a veces nos usa de blanco pero sé que se mide para no lastimarnos sobre todo conmigo, y Tormenta es muy buena luchando y siempre aprendo algo nuevo de ellas.

A veces, los chicos bromean sobre lo difícil que es luchar contra ellas, porque si las lastiman Ramón y Briam los castigan, me he dado cuenta que ellos usan castigos pero que no tienen nada que ver con los que yo recibía.Antes la mención de un castigo me aterraba pero acá no me siento así.

Hoy, mientras conversábamos, Leandro y Eryck empezaron a felicitarme, es raro pero agradable conversar con ellos.

—¡Sky, estás mejorando mucho en la lucha! ¡Eres un verdadero guerrero!— me dice Leandro.

—Sí, tienes un gran potencial. Si sigues así, podrías ser el mejor de todos nosotros.— Erick agregó.

En ese momento, Serena se metió en la conversación y empezó a molestar a Leandro. Él la cargó como un costal para molestarla, y yo sentí una mezcla de emociones. Por un lado, estaba celoso de que Leandro pudiera tener ese tipo de acercamiento con Serena. Pero por otro lado, me di cuenta que quería estar así de cerca y con esa confianza.

Serena se retiró del entrenamiento entre risas y se dirigió a su oficina.

Eryck, Leandro y yo entramos al comedor para descansar un rato. Mientras nos sentamos a la mesa a comer, Leandro comienza con sus chistes. El se ha obsesionado con que aprenda a contar chistes.

—¿Cuál es el colmo de Aladino?

— No lo sé, ¿cuál es?— le respondo

— Tener mal genio.

Me quedo pensando unos segundos y luego hago una mueca, indicando que me cuesta un poco.

—Es porque Aladino frota la lámpara y sale un genio, ¿entiendes?— intenta explicarme Eryck.

—¿Qué hace una abeja en el gimnasio?— me pregunta serio Leandro

— Ni idea, ¿qué hace?

— ¡Zum—ba!

Esta vez soy yo el que suelta una carcajada primero, recuerdo lo que Serena me contó que era eso. Ella me dijo entre risas que es como bailar pero que ella tenia dos pies izquierdo y termino tropezando con Tora, se veía tan linda riendo.

Tras un breve periodo de descanso, nos dirigimos a la sala de entrenamiento especial para nuestra especie. La atmósfera dentro de la sala está cuidadosamente purificada, eliminando olores y sonidos externos para que podamos concentrarnos plenamente en nuestro entrenamiento. Según Serena cuando llegue conectar con mi lobo y este se recupere podré sentir la diferencia ya que mis sentidos serán más agudos.

Serena me explicó que es una especie de tecnología avanzada la que está en esta sala, ella sigue los movimientos y monitorea el estado de cada uno. A un lado hay una gran ventana para que Brian o Ramón nos monitoreen, a veces Serena me observa de ahí, siempre que gano un combate ella se ve feliz, me agrada que me apoye.

ALFA VENDIDO: CADENAS ROTASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora