Capítulo 11: Serena

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Hace casi tres mes que llegué al DIARM (Dirección de Intervención, Asistencia y Rescate de Seres Mágicos). Lo sé, no es el nombre más increíble que hay, pero así lo nombró el abuelo. Yo, para no complicarme, solo le digo la Fortaleza.

La Fortaleza se encuentra en el centro de Bergfrei, una isla protegida por escudos, barreras y cosas que aún no entiendo. La isla es inmensa. Al centro está la Fortaleza, a la izquierda hay algunas casas, como pequeñas aldeas. Ahí viven la mayoría de los que han sido rescatados y no tienen un hogar al que regresar. Otros encontraron a su pareja destinada aquí y no quieren irse.

Tormenta y yo hemos recorrido la isla un par de veces. La playa es lo mejor que hay. Ahora ella está ayudando a unos niños hada a pescar.

Desde que llegue he aprendido un montón de cosas, por ejemplo, que los vampiros no se queman con el sol, pero tampoco brillan. Que los brujos oscuros no son malos, solo que les gusta la oscuridad. Que los trolls y los duendes son tímidos, pero adorables. Y que los hombres lobo omegas son los más débiles, pero también los más ágiles. Aquí todos aprenden a defenderse y a respetarse.

Es increíble todo lo que descubro cada día. Los chicos de la Fortaleza son geniales. Briam es como el jefe. Dice que luego yo deberé ocupar ese lugar que me corresponde, pero veo que él lo hace bien. Todos lo ven como un padre. Él es descendiente de un vampiro y una bruja. Cris fue el primero que conocí, y de todos es el más guapo. Sé apreciar la belleza masculina, pero también es el más inocente. Eryk y Leandro a cada rato le hacen bromas. Ellos tres son hombres lobos. Ramón es uno de los mayores, pero a él ya lo conocía de antes, así que me sorprendí mucho al encontrarlo acá. Él es el padre de Tormenta. Literal, es la versión masculina de ella. Ramón es un híbrido que es vampiro, lobo y brujo. No puede transformarse en lobo, pero lo tiene. Y sus habilidades mágicas no son su fuerte, pero es muy veloz. Lo que hace que mi mejor amiga sea también una híbrida. Ramón y mi padre eran amigos. Por eso se decidió que lo mejor para Tormenta era quedarse en el lado humano conmigo, ya que sus poderes eran muy débiles. Dije eran porque ella, después de que murió mi abuelo, se ha dedicado a entrenar y ahora parece una súper agente.

Con Aksel y Darel, no he interactuado mucho con ellos. Son muy reservados. Solo sé por Cris que ellos son descendientes de hadas, lo cual me intriga porque ellos más que delicadas hadas parecen luchadores de lucha libre.

A Lyam y a Mylo aún no los conozco. Ellos están fuera en una misión. De ellos sé que son medios hermanos. Su padre es un hombre lobo, pero que tiene dos mates: una bruja y otra loba.

Remy es un brujo oscuro. Él es insoportable. Anda tras de nosotras, que debemos hacer, que no debemos hacer. No nos deja ni un momento respirar.

La isla en sí no necesita mucha protección, ya que tenemos acuerdos con los consejos de manadas, de clanes y de aquelarres. Ellos son conscientes de los abusos que se cometen en su territorio y de cierta forma lo dejan pasar, pero no desean que sus especies sean víctimas de humanos.

Según Ramón, la isla es mía, porque era de mi abuelo. Antes, la isla le pertenecía a un gran Fael que existió sin tener un humano o faelino. Este Fael despertó acá y de alguna forma sintió que mi abuelo protegía a mi abuela sin importar su origen, que ayudó a un par de criaturas. Se dio cuenta de su gran corazón y decidió regalarle la isla. Y cuando se despidió de él, su esencia y su poder se convirtió en una barrera mágica para la isla.

Lo encantador de todo este lugar es que se combina naturaleza, magia y la tecnología de mi padre.

Ya está por caer el sol y Tormenta se sienta a mi lado. De su bolsillo saca unas bolsitas de m&m que con gusto acepto. Estamos contemplando el atardecer cuando los comunicadores suenan.

ALFA VENDIDO: CADENAS ROTASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora