Capítulo 5: RECORDANDO💭

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~🖤~

ERICK


Luego de asistir a aquella reunión me despedí de todos y me fui de regreso al hotel donde me hospedaba.

Había pasado un tiempo agradable, y lo que me sorprendía era que si podía divertirme sin necesidad de andar en fiestas, bebiendo o drogandome. Estar con esos chicos era increíble y me hacían sentir bien y aceptado.

La pasé muy bien al estar ahí, pude sentir a Dios en mi vida y era algo hermoso. No podía verlo pero podía sentirlo dentro de mi corazón.

Y que decir de la comida, esas hamburguesas estaban deliciosas, aunque la que me tocó tenía ligeros toques de estar quemada, supongo que olvidaron voltearlas luego.

Intercambie un par de palabras con Paola, esa chica tenía algo especial. También tenía una linda sonrisa.

Con Mía, las cosas eran diferentes ahora, no me sentía con valor de acercarme y hablarle, sin mencionar que a cada momento estaba con Diego.

¿Será que ya son novios? ¡Ojala que no! Los veo muy juntos y al chico le brillan los ojos cuando la ve. Aunque Mía es demasiado inocente como para darse cuenta. Pero estoy seguro que Diego siente por ella algo más.

Es la única chica que realmente ha válido la pena y no supe verlo, no supe valorarla, y muy tarde me di cuenta de lo que sentía; Realmente me encantaría tener una oportunidad con ella otra vez y oro a Dios por eso.

Al llegar al Hotel entré a la habitación, Santiago había salido a una fiesta, me invitó pero le dije que no podía, él ya sabía que yo era Cristiano ahora y le preocupaba mucho lo que EL JEFE pudiera hacer así que intentaba persuadirme de alejarme de Dios y esas cosas.

Pero ¿Cómo alejarme cuando Dios ha sido lo único que me ha dado verdadera paz en mi alma? ¿Cómo alejarme si a cada momento él me atrae más y más?

¡Imposible! Se que estoy en el camino correcto, también se que no será fácil. Lo sé porque mis padres lo decían, en su ministerio como Pastores tuvieron que atravesar diversas dificultades, pero siempre se aferraron a su Fe y ahora se que están con Dios gozando de la eternidad y esa paz inefable.

Ahora lo entiendo, ellos están bien. Ellos están con Dios. No entiendo por qué, pero se que están mejor.

Estoy en Casa y se que mi Padre no va a desampararme nunca.

Aún no he tenido el valor suficiente para presentarme ante el jefe y renunciar a mi trabajo, pero ya encontraré una oportunidad. Quiero buscar a Dios y conocerlo a profundidad para cuando renuncie poder compartirle a mi Jefe y que él pueda escuchar lo que Dios tiene para su vida. ¿Será que esta bien eso?

Estando en la habitación salí al balcón y contemplé toda la ciudad desde ahí, al estar en el último piso se puede observar todo desde allí.

Las luces de la ciudad encendidas como estrellas luminosas en medio de la oscuridad. Una vista espectacular y mágica.

Cerré los ojos unos instantes sintiendo la brisa fresca soplar sobre mi rostro. Recuerdos comenzaron a venir a mi mente. Últimamente estaba teniendo más Recuerdos con mis padres, a mi mente venia un recuerdo de horas antes de que murieron.

— ¿por qué no puedo ir? — pregunté por décima vez. Me encontraba sentado en el sofá mientras sostenía un osito de peluche en mi mano.

Ahora que lo pienso, ¿dónde quedó ese osito que era mi favorito?

DE REGRESO A CASA (LIBRO #4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora