~🖤~
ERICK.
La noche había llegado, el cielo se cubría con su manto negro repleto de brillantes estrellas y una hermosa luna.
Era una de esas noches que parecian mágicas, donde las estrellas brillaban con gran intensidad. Últimamente disfrutaba mucho ver el cielo.
Caminaba a pasos apresurados para al hotel. Estaba agotado. El jefe nos había traído de un lado para otro haciendo entregas junto a Santiago.
No me sentía cómodo haciendo eso, pero aún no podía irme de ahí. No tenía valor para enfrentarme a él y decirle que ya no trabajaría en eso.
Pero como le había dicho a Mía, saldría y dejaría todo eso atrás.
Santiago se había quedado en un antro, me invitó pero obviamente rechacé su invitación y me vine, solo quería descansar. No entiendo cómo él no se cansa que aún le quedan energías para ir a bailar.
Cuándo llegué al hotel, inmediatamente entré al ascensor para subir al piso donde estaba mi habitación. Mientras subía, pensé en Mía, hace unos días atrás había hablado con ella y me sentía feliz de haber obtenido su perdón.
Ahora me esforzaria por no hacer nada que pudiera decepcionarla de mi y esperaba que muy pronto me diera la oportunidad de ser más que su amigo.
Hablábamos a diario por las noches a través de mensajes y eso me hacía sentir bien y feliz. Estaba seguro de que ella aún sentía algo por mí y eso para mí estaba bien.
El ascensor se detuvo, abri la puerta y salí. Había llegado al piso donde me hospedaba. Saqué las llaves del bolso de mi chaqueta y abrí la puerta de la habitación, volví a cerrarla y corrí hacia la cama, me tiré en esta.
Estaba cansado, me dolían los pies y la cabeza. Solo quería dormir pero antes me daría una ducha.
Cerré mis ojos unos instantes. Los abrí cuando escuché que tocaban la puerta.
Decidí que no abriría, no quería pararme de la cama. Pero los toques continuaron.
¿Quién será?
Con mucho esfuerzo me puse de pie y caminé hacia la puerta.
Sea quien sea, ha interrumpido mi momento de descanso y odio cuando hacen eso.
Abrí la puerta y me encontré con una chica que cargaba en sus brazos a un bebé.
— ¿Qué se le ofrece? — pregunté, intentado ocultar mi molestia por haberme hecho parar de la cama.
— Erick — dijo — ¿no me recuerdas?
La observé bien para ver si la reconocía, Era una chica de cabello castaño Claro hasta los hombros, de ojos cafés y piel pálida, en sus mejillas tenía pecas.
— No — respondí.
La verdad es que soy pésimo para recordar a las personas y sus nombres, además he salido con tantas chicas que no sabría decir si ella era una de esas.
— Soy Zoe — dijo — Nos conocimos el año pasado en una fiesta.
¿Zoe?
— Siendo sincero no te recuerdo — dije soltando un suspiro — He salido con tantas chicas que no se quien eres...
Ella rodó los ojos. Sacó su teléfono y me mostró una foto donde aparecía yo junto a ella en medio de una fiesta.
Recuerdos comenzaron a venir a mi mente, era poco lo que recordaba de esa fiesta.
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DE REGRESO A CASA (LIBRO #4)
EspiritualErick es un chico que lucha por salir de las drogas y de un mundo oscuro en el que se adentró cuando su familia murió. En medio de la oscuridad que lo rodea una luz alumbra su vida y una voz le dice: Vuelve a casa hijo mío. y cuando decide hacer cas...