Capítulo 30: AMISTAD

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~👩‍⚖️~


Angie


Llegamos a casa luego de la sepultura de mi hermana. Todo el recorrido lo transcurrimos en completo silencio. Mi padre conducía sin despegar la vista del frente y mi madre miraba hacia afuera sentada en el asiento del copiloto.

Todo estaba siendo tan difícil para ellos y para mi también.

Si tan solo hubiera detenido a mi hermana ese día, quizás aún estaría con vida.

No sé que ocurrió en esa fiesta a la que fue, pero creo que fue lo que la orilló a tomar esa decisión.

En mi mente aún se proyecta esa mañana que nos avisaron que la habían encontrado muerta.

Luego de que ella se fue con Alexa, me metí a mi habitación inquieta, no sabía por qué pero presentía que algo iba a pasar, así que comencé a orar doblando mis rodillas e intercediendo por mi hermana.

Al cabo de unos minutos, mi madre llegó, me puse de pie y bajé a verla a la sala.

— Mami, hay algo que tienes que saber — le dije mientras me sentaba a un lado de ella — es sobre Ariana.

Ella volteó a verme.

— Ella no quiere decírtelo pero no me he sentido tranquila al saberlo.

— ¿Qué pasa con ella? — preguntó preocupada.

— Esta embarazada — le dije.

Mi madre abrió los ojos sorprendida. Supongo que no se esperaba que fuera a decirle eso. Inmediatamente luego de eso comenzó a llorar.

— ¿por qué? ¿Por qué? ¿Qué hice mal?

Me acerqué a ella y la abracé.

— No ha sido tú culpa mamá, son las decisiones que ella tomó y creo que deberíamos apoyarla, hacerle saber que aunque se equivoco nos tiene a nosotras.

— tienes razón. Al final de cuentas un bebé siempre será una bendición de Dios.

Juntas, nos tomamos de la mano y comenzamos a orar pidiendo que Dios ayudara a mi hermana y a ese bebé que esperaba.

Minutos después, mamá se fue a su habitación a descansar, yo hice lo mismo, pero por más que intentaba no podía conciliar el sueño.

Eran cerca de las 11 de la noche, tomé mi teléfono y marqué el número de mi hermana, sonó pero no contestó, la llamada pasó a buzón de voz.

Volví a marcar y esta vez no sonó, me marcaba que estaba fuera de servicio. Comencé a preocuparme.

— Angie — la voz de mi madre me hizo sobresaltarme, ni cuenta me había dado de que había entrado a la habitación — ¿Sigues despierta?

— Ariana salió y no me contesta, tengo miedo de que algo le pase.

— Tranquila, ella siempre apaga su teléfono por qué no quiere que nadie la interrumpa en su diversión.

— Pero...

— Ella está bien, trata de dormir por que ella no regresará posiblemente hasta mañana por la tarde.

Mamá salió, me quedé pensando un rato más hasta que sin darme cuenta me quedé profundamente dormida.

Al día siguiente me levanté muy temprano, estaba soñando pero no recuerdo que solo se que era algo malo porque cuando desperté mi corazón estaba acelerado.

DE REGRESO A CASA (LIBRO #4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora