~🎸~
PAOLA
Nunca había sentido ese sentimiento de ver a alguien casi morir frente a tus ojos, hasta que lo vi a él hacerlo.Vi a mi hermano debatirse entre la vida y la muerte.
Cuándo vi que aquel hombre apretó el gatillo lo único que hice fue cerrar los ojos y esperar lo que venía. Esperé el disparo pero este nunca llegó, pero cuando abrí los ojos pude ver a Erick tirado en el suelo mientras de su pecho brotaba sangre.
— ¡Erick! — grité horrorizada. Queria correr hasta él pero mis pies y mis manos aún estaban atados a la silla.
Lo próximo que ocurrió fue que El jefe se apuntó a sí mismo a la cabeza y disparó, al instante su cuerpo cayó al suelo inerte.
La policía entró al instante, los paramédicos corrieron a auxiliar a Erick mientras un oficial me desataba.
— Señorita, ¿se encuentra bien?
Solo pude asentir. Realmente no lo estaba. ¿Cómo estarlo si mi hermano estaba ahí tirado inconsciente?
¿Cómo iba a estar bien si no sabia si él lo estaría?
Las lágrimas brotaban de mis ojos. Comencé a sentirme mareada y a ver borroso. Había pasado dos días sin comer bien, la comida que me daban no tenía nada de sabor, aún así agradecía que tan siquiera me hubieran dado algo.
— ¿Señorita, está bien?
Asentí. Mis oídos comenzaron a zumbar y mis ojos se cerraron.
......
HORAS DESPUES.
Abrí mis ojos lentamente. Me encontraba acostada sobre una cama en una habitación completamente blanca.
Iba a levantarme pero una punzada en mi cabeza y un mareo me lo impidieron.
— Auch — deje salir un quejido.
Una enfermera entró a la habitación.
— Señorita, Ha despertado — dijo — Por favor no se mueva, llamaré al doctor.
No le respondí. Aunque quisiera moverme no podía hacerlo, mi brazo estaba conectado a una manguera en la que me estaban administrando suero o algún medicamento.
El doctor llegó minutos después, me tomó los signos vitales y al final concluyó con que me encontraba bien, solo necesitaba recuperar fuerzas y si no había ningún otro problema, al día siguiente me darían de alta.
Mi mamá y mis amigos llegaron a verme poco después.
— ¡Mi niña! — exclamó mi madre al entrar por aquella puerta y correr hacia mi para abrazarme — Tenia tanto miedo de perderte — decía entre sollozos.
— Estoy bien, mamá. No te preocupes...
— Gracias a Dios lo estás.
Se separó de mi y limpió sus lagrimas.
Alcé la vista para encontrarme con la mirada atenta de todos los demás que habían ido a verme.
— Hola Pao — saludó Mía, en sus manos sostenía un ramo de flores — Me alegra que estés bien.
— Nos alegra que estés bien — añadió Bruna.
— Trajimos estas flores para ti — esta vez fue Alin quien habló y señaló el ramo que sostenía Mía.
— Muchas...gra...cias a todos por venir — les dije sonriendo.
Las chicas se acercaron a saludarme y abrazarme por varios instantes.
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DE REGRESO A CASA (LIBRO #4)
EspiritualErick es un chico que lucha por salir de las drogas y de un mundo oscuro en el que se adentró cuando su familia murió. En medio de la oscuridad que lo rodea una luz alumbra su vida y una voz le dice: Vuelve a casa hijo mío. y cuando decide hacer cas...