PERFECTA PARA TI (CAMREN)

CAPITULO 2

Camila bajo del autobús y camino, acurrucada contra el viento, las cuatro manzanas hasta llegar a su departamento, el piso de en medio del edificio Victorian color jengibre bellamente restaurado de Laurel heights.

Bueno si la parte baja de Laurel Heigths: lo suficientemente cerca de las casas elegantes para obtener un poco de glamour, pero bastante lejos de la periferia y cómodos pagos mensuales. Por supuesto, lo había comprado antes del auge del .com; y lo que ella había pagado había pagado había sido más razonable que lo que la mayoría de la gente tenía que desembolsar para sobrevivir en la ciudad.

A ella le fascinaba su piso. No era el mejor de los tres condominios que había en el edificio; el de arriba era maravilloso y tenía una mejor vista. Pero este era todo suyo y nadie podría quitárselo. Al menos que perdiera su trabajo, pero eso no iba a suceder, tenía que tomar las riendas de su vida o morir en el intento. El primer paso: publicar el anuncio en Craigslist. Esa misma tarde.

Decidida, camino hacia la puerta de en medio. La puerta a su derecha conducía al piso de abajo. La de la izquierda llevaba al departamento de Cavanaugth, también conocido como el séptimo círculo del infierno. Le hizo una mueca a esa puerta y entro a su casa.

Arriba escucho unos ruidos. Con el corazón acelerado, estiro el cuello pero no vio a nadie, luego escucho u n canto discordante que conocía muy bien: Sofía su hermana. Sin saber si debería enojarse o sentir alivio, siguió los ruidos que su hermana hacía en la cocina, por supuesto, el trasero enjuto de Sofía se asomaba detrás del refrigerador ¿Por qué se sintió sorprendida?

Sofía pasaba más tiempo aquí que en Berkeley, donde vivía y estudiaba. Camila dejo su bolso en la mesa de la cocina y sintió una satisfacción perversa cuando su hermana se golpeó la cabeza con una de las repisas del refrigerador.

--- ¿qué haces aquí?

-me estoy alimentando obvio- contesto sobándose la cabeza

---no se en que estaba pensando cuando te di una llave.

-estabas pensando: "Dios mío adoro a mi hermana, ojala pasara más tiempo aquí" ¿tienes más queso blanco?

---la mayoría de la gente compra su comida en safeway.

-la mayoría de la gente no son universitarios pobres como yo.

Camila sacudió la cabeza

---está detrás de los huevos

-ah. Gracias.

---voy a cambiarme de ropa, estás en tu casa--- dijo sabiendo que su hermana haría caso omiso a su sarcasmo.

En su habitación, ella se desvistió y se puso un par de pijamas afraneladas que había usado muchas veces, pero se detuvo al verse en el espejo. El pijama estaba viejo y descolorido. El trasero le colgaba. Dinah tenía razón-Ella necesitaba recuperarse. La vieja Camila jamás se habría puesto algo que la hiciera ver con un trasero flojo. Ella se desvistió otra vez, tiró el pijama en la basura, y mejor se puso una bata negra de seda. Casi perfecta, decidió, viéndose de nuevo en el espejo. Ella se adentró en las profundidades de su armario y buscó hasta que encontró sus pantuflas con figuras de plátano. Sofía entró, mostrando una bolsita blanca. ---Mira lo que encontré.

---Oye.--- Ella frunció el ceño al colocarse las pantuflas. ---Eso estaba en mi bolsa--

-Lo sé. Olí el chocolate. Además son Teuscher. Qué rico. ¿Me das?- Sin esperar la respuesta, abrió la bolsa o tomó una pieza - Lo sabía. Compraste jengibre cubierto con chocolate y le quitaste el chocolate.

--- Me gusta el jengibre confitado. No es mi culpa que esté cubierto de chocolate

Anna mostró el chocolate que tenía en la boca.