CAPITULO 17

48 2 0
                                    


Incluso cuando estaba tirada en la cama, la imagen era hermosa. El vestido era blanco y, en la luz tenue de la tarde, brillaba como solo lo hacía la seda fina. Largo y diáfano su blusa de un solo tirante dejaba un escote colgando largo en el pecho, de tal manera que la espalda quedaba desnuda hasta las caderas.

 Largo y diáfano su blusa de un solo tirante dejaba un escote colgando largo en el pecho, de tal manera que la espalda quedaba desnuda hasta las caderas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Camila recordó cómo lucía que se lo había probado en la tienda. Fue un vestido caro, pero valía mucho la pena. Sonriendo, ella colocó los tacones plateados que se iba a poner en el piso, para dejarlos listos. Ella vio la hora. Faltaba una hora para que Lauren pasara por ella. Sobraba decir lo emocionaba que ella estaba esa noche. Camila se sentía como una niña de cuatro años que por primera vez iba a ir a Disneylandia. Ella no había podido pensar en nada más desde que como Lauren le pidió que saliera esa tarde después de haberle llevado el picnic a su oficina. Y tampoco iba a ser la cena acostumbrada y casual.

 Lauren se aseguró que ella comprendiera que esta era una cita de verdad, así es que ella debía empezar a anticipar. Camila meneó la cabeza. Ella jamás habría pensado que estaría anticipando poner los labios junto a los de Lauren, que  pensaría en ella constantemente y que lo desearía de la forma más carnal. Que ella pudo haber terminado en el piso de su oficina en un bosque de palmeras llenas de helio, besándose con Jauregui. Ese picnic fue lo más hermoso que alguien había hecho por ella. Esque esta de mas decir que la ojiverde era tan atenta con ella. Le llevó jengibre Teuscher, y ella ni siquiera recordaba cuándo le había dicho de cuánto le gustaba.

 Como la champaña, se le fue directo a la cabeza. La noche del sábado algo había cambiado en su relación. Por supuesto que eso tenía que pasar cuando ella le pidió que la ayudara a recuperar a su musa, pero esto era más que eso. Era otro nivel, donde había mucho más qué arriesgar. Ella no sabía qué esperar, y le daba miedo analizarlo. Lo único que podía hacer era disfrutarlo. Usarla para volver a tener a la musa a su lado, y divertirse mientras lo lograba.

Lauren sería muy divertida.Ella se estremeció. Su celular sonó al recibir un mensaje de texto. Ella hizo una mueca al ver que era de parte de Connor 

Regresé de Nueva York. ¿Cenamos pronto?

Ella le respondió de inmediato: 

¿Tal vez el viernes?

Su respuesta llegó igual de rápido.

Estupendo. Iré por ti a las 8.

La culpa la apuñaló, pero ella no podía decidir por quien se sentía culpable: Lauren o Connor. No iba a pensar en eso esa noche. Ella tenía que bañarse. Acariciando la suave tela de su vestido una vez más, Camila fue a llenar su tina con agua caliente. Cuarenta y cinco minutos después, cuando ella se estaba maquillando, escuchó que alguien tocaba fuerte a la puerta. Antes de que pudiera ponerse su bata e ir a investigar escuchó que la puerta se abrió y luego escuchó pasos firmes saltando los escalones. 

PERFECTA PARA TI  (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora