CAPITULO 3

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Está bien, eso fue una exageración. Realmente ella no era la cruz de su existencia. Lauren nada más era una maldición en su mundo. Camila la vio y algo se le retorció por dentro, como solía ocurrir cuando por desgracia se topaba con ella. Ella apenas era una piedra en su camino. Camila la observó y el estómago se le hizo nudos, como siempre sucedía. Y al igual que otras veces, después sintió el impulso de deslizar sus manos entre su pelo oscuro y ondulado. Ella recordó la ocasión en que pudo darse ese lujo-su cabellera era tan suave-pero apretó los dedos para resistir la tentación. Pero ella no quería tener a una persona en el que no pudiera confiar-ni siquiera por un rato. Aunque ella estuviera libre, lo cual evidentemente no era el caso porque la muñequita de porcelana con tacones siempre entraba y salía de su casa. Además, era abogada. La abogada especialista en divorcios más audaz de todo el estado. Su profesión era arruinarle la vida a la gente. Y era bueno para eso, incluso su vestimenta la delataba. El traje gris que llevaba puesto había sido hecho a la medida que probablemente había costado lo mismo que sus botas favoritas John Fluevog.

 El traje gris que llevaba puesto había sido hecho a la medida que probablemente había costado lo mismo que sus botas favoritas John Fluevog

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Además, conducía un antiguo auto deportivo de exhibición. Y era la propietaria de un envidiable condominio con una estupenda vista. Todo lo podía pagar siempre y cuando siguiera separando familias, y eso bastaba para que su nombre apareciera en la lista de sus enemigos.

Ella lo observó.

--- Ya me puedes soltar. --- Jauregui no hizo caso. Levantando sus brazos, la vio de pies a cabeza y dirigió su sonrisa justo a su mirada.

"¿No crees que está haciendo un poco de frío para que te vistas así, Camila?" Ella no podría notar cómo su nariz ligeramente desviada mejoraba el rostro de por sí perfecto, como si hubiera sido esculpido. Ella nunca se preguntaría qué se siente besar ese perfecto rostro. Ella no permitiría que su voz rasposa y sexy le hiciera imaginar los encuentros carnales que podrían tener en el piso de la cocina. Y definitivamente no se preguntaría lo que podría sentir cuando sus imponentes manos exploraran todo su ser, mientras era examinada de pies a cabeza por esos ojos esmeralda que imploraban permiso para devorarla.

--Hola--dijo Sofía amistosamente, la voz se escuchó a sus espaldas. --Tú eres el ogro que vive en la torreta.-- Jáuregui vio a lo lejos y sonrió con curiosidad al ver a su hermana.

"Veo que tengo mala fama." Sofía se acercó a ellos, observando detenidamente las manos de Lauren, que todavía sujetaban los brazos de Camila.

-- Creo que tal vez los rumores no eran tan ciertos como me hicieron pensar-- Camila se quitó sus manos de encima, primero una mano, después la otra, y reprendió a su hermana.

---Dijiste que ibas a salir.

--Lo sé, pero esto es mucho más interesante.--Sofía extendió su mano.--No nos hemos presentado, aunque te he visto saquear el refrigerador de Camila. Sofía Cabello, la hermana que no tiene remedio.-- sonrió y aceptó el saludo de mano.

PERFECTA PARA TI  (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora