PERFECTA PARA TI (CAMREN)

CAPITULO 19

Lauren había logrado mantenerse en calma hasta el momento, pero cuando Camila se encogió de hombros dejando caer su chal primero de un lado y luego del otro, revelando los huecos de sus brazos,  casi perdió el control. Camila no se había puesto sostén. Era obvio incluso en la exhibición de gemas que apenas estaba iluminada. Sus pezones picudos evidentemente se delineaban debajo de la tela blanca y brillosa de su vestido. Éxhaló, tratando de respirar, pero por Dios. Antier, cuando le dijo que vistiera formal  no esperaba ser recibido así. Sus fantasías no pudieron haber imaginado una visión más erótica. Su vestido era tan delgado que las partes que alcanzaba a cubrir también lucían tentadores. Se preguntó si este es uno de esos vestidos interesantes que se desbarataban si ella encontraba en sitio justo donde se desabrochaba.Con un dedo, reverentemente trazó una línea por su cuello hacia el punto donde su se unía entre sus senos. Observó, fascinada, cómo sus pezones se endurecieron.

 Lauren imaginó su boca sobre ellos, lamiéndolos hasta que se hicieran visibles entre la seda. Ella podría alimentarse de ellos por toda la eternidad.

"Eres gloriosa,"  dijo, enfatizando cada palabra,se agachó y colocó un beso perdido en su clavícula. Una tos discreta interrumpió el momento. Ambas se dieron vuelta para reencontrase con anfitrión que cautelosamente intervino

_Srta. Jauregui, ¿gusta que abra una botella de champaña y sirva las entradas?

"Sí, gracias." 

Lauren mantuvo a Camila cerca de  mientras vio al capitán alejarse para empezar la ceremonia del descorche. Dos meseros entraron, empujando carros con una diversidad de entradas. En vez de apreciar esta muestra de arte culinario, Lauren solo podía pensaren cómo se sentía el cuerpo de Camila pegado a su costado y lo bien que se sentiría ella desnuda a su lado. O encima — no iba a discutir por-nimiedades.

"¿Vamos?"  la acercó a la mesa. 

Tal y como había especulado, su espalda estaba totalmente desnuda excepto por un par de rizos que traspasaban sus hombros. Con gracias, era una sola línea a la bastrina larga y perfecta. Tocó con sus labios su nuca, mordiendo ligeramente su suave piel mientras recorrió su columna con su mano. Sin poder resistir, Lauren metió su mano por el costado de su vestido para tocar la curva de su seno. Al sentir su suave suspiro  alzó la cabeza y se encontró con su mirada. Sus ojos tenían fuego como si ella ardiera de adentro hacia afuera. Lo único que  quería hacer era tirar todo lo que había en la mesa, treparla ahí, y lamer cada centímetro de su piel. Los meseros escogieron ese momento para servirles bocadillos surtidos de toda la selección que habían traído. Lauren calmó su libido le dio a Camila una copa de champaña antes de sentarse frente a ella. Estaba demasiado lejos pero era más seguro que acomodarse junto a Camila . Ella alzó su copa pero por un momento se distrajo cuando Camila cruzó las piernas, mostrando un tobillo esbelto rodeado con esa fina cadena de plata. 

Carraspeó. 

"Por los placeres centelleantes de esta noche." Sus labios lentamente se encorvaron divertidos.

 -Vaya brindis.- Al primer sorbo de la delicada bebida, sus ojos se cerraron para gozar el sabor-Qué rico.

"Es parte del servicio."

Camila la observó a través de la orilla de su copa. 

-Hace años debí contratarte para que resucitaras a mi musa.

"¿Hace mucho que te ha estado abandonando?"

-Ella siempre había sido mía. Hasta hace poco.- Camila meneó la cabeza.-Pero tú la haces vibrar, no lo entiendo.

Porque eran la una para la otra. Pero no era el momento para hacerle saber eso. Lauren debía conquistarla lentamente. Si Camila quería usarla para reactivar su creatividad, fantástico. Lo que sea que le diera más oportunidades para demostrarle que juntas harían magia. Camila era lo que ella quería. Lauren la amaba. Solo debía demostrarle a ella que valía la pena arriesgarse por una abogada especialista en divorcios y ojo alegre. Ignorando sus pensamientos, ella continuó.