CAPITULO 20

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Lauren agarró el plato de postres y se lo ofreció a ella. Sin dejar de mirarla, Camila le  desabrochó la  camisa, sacándosela de los pantalones. Luego  tomó un poco de pastel y se lo untó desde el cuello hasta el pecho. Gimiendo, Lauren aventó su cabeza hacia atrás y la sujetó con fuerza. Su sangre ardió conforme sus manos la tocaron, mientras Camila mordisqueaba el pastel sobre su piel. Lauren meció su pelvis sobre ella, buscando alivio después de tanta presión acumulada. 

"Camila , me estás matando."

-Morirás feliz- ella prometió lamiendo el betún.

"¿Sabes qué me haría feliz?" Sin esperar una respuesta, estiró la mano y desabrochó la parte superior de su vestido que resbaló por su pecho, dejándolo completamente desnuda. Camila se sentó, con la sorpresa escrita en su rostro. 

"Qué bien supiste cómo hacer eso."

-Tengo muy buena educación.

Lauren solo la observó, asimilándola. Su cuello delicado daba pie a sus hombros esculpidos y brazos delgados y elegantes. Su piel era pálida, suave y sedosa. Sus senos eran pequeños pero redondos y bien colocados. Sus pezones le secaban la boca. Lauren había tenido muchas fantasías sobre sus pezones desde que la conoció. Siempre lucían tentadoramente prominentes a través de su ropa. La realidad era más intense que cualquiera de sus sueños. Sabrían dulces en su boca. Alzando la mirada para verla a los ojos, pudo ver su creación, y empezó a tocar un pezón con su dedo. Sus dedos se endurecieron sobre sus hombros, ella dejó escapar una liento tembloroso mientras lanzó la cabeza hacia atrás. 

"Lauren."

Lauren la abrazó y traslapó sus senos, tocándolos suavemente con su boca hasta hacerla enloquecer. Sus manos acercaron más su cabeza, lauren succiono  con más fuerza. Camila gritó incoherentemente mientras Lauren devoró la punta de su pezón, mientras la escuchó desesperada, lo cual era exactamente cómo  la quería oír. Lauren trató su otro seno de la misma manera hasta que ella estallaba sobre su regazo. A sabiendas de que ambas querían más, lauren se levantó, sosteniéndola hasta que ella pudo apoyarse en sus piernas. Su vestido cayó a sus pies, y su mirada recorrió su cuerpo hacia abajo sin poder evitar gruñir de hambre con la imagen perfecta de Camila ahí, de pie, desnuda,pero con zapatos plateados. Ella le quitó la camisa.

 -Sí, Camila susurró, clavando sus manos en sus bíceps antes de recorrer su pecho, frenándose sobre la cintura de su pantalón y levemente rotando sus dedos adelante y atrás por todo su abdomen. Lauren gimió. Luego hizo la mano hasta atrás y empujó todos los platos para limpiar la mesa. Ella se rio cuando la vajilla se estrelló contra el piso.

 -Creo que el capitán no estará nada contento—Lauren.-

Lauren la cargó, la puso sobre la mesa despejada, y llevó su lengua de un pezón a otro. Agachó la cabeza, para morder la piel alrededor de su ombligo.

 "No me importa si el capitán está contento,"  murmuró cerca de su estómago.

-Entonces no creo que debas preocuparte por nada.-Camila exhalo dejando escapar un grito sordo mientras Lauren cubrió de besos el filo del hueso de su cadera.

"No traías pantaletas."

-Eres muy detallista,-dijo Camila con una risa sin aliento. 

Lauren cubrio su culo con las manos y la cargó llevándosela a su boca, quería darse un clavado dentro de ella—su cuerpo estaba agotado tras el esfuerzo de mantenerse bajo control.

 "La primera vez que hagamos el amor, tomaré mi tiempo. Será una locura, explosivo, y devastador, pero tardaré para siempre. Te colocaré sobre mi cama y te tendré ahí durante horas. Para siempre. Pero mientras ..."

La alzó un poco más y besó sus labios femeninos. Sus brazos se mecieron y cayeron unos cuantos platos más de la mesa conforme ella se enderezó para encontrarse con su boca, acarició el límite entre sus piernas con su nariz, inhalando profundamente su aroma antes de clavar su lengua y frotándola hacia arriba con un largo movimiento. Camila siseó, sus caderas saltaban. Lauren lo hizo de nuevo, y una vez más hasta que ella se estremecía sobre la mesa, llorando incoherentemente. A sabiendas que ella necesitaba más, envolvió su clítoris con su boca y lo succionó, aumentando suavemente la presión hasta que ella explotó. Camila gritó, su cuerpo sufría salvajes espasmos. Sus muslos se cerraron cerca de su cabeza mientras ella cabalgó la ola de placer. Lauren continuó hasta que el temblor se convirtió en suaves escalofríos, y luego, lentamente volvió a aumentar la presión. Ella, sin fuerzas, trató de empujarla.

 -No puedo.

"Una vez más,"  dijo con voz ronca.

Lauren introdujo un dedo entre sus húmedos pliegues. Camila gritó, y Lauren formó círculos con su dedo para encontrar ese punto sensible que ya había chupado, se acercó a ella, observándola. Tan bella. Sus pezones habían crecido tanto que le recordaban jugosas frambuesas. No hay nada que sepa mejor con frambuesas que el chocolate. Lauren metió un dedo en el mousse de chocolate y con cuidado cubrió cada una de las aureolas. Tomando su mano, ella lamió el resto de su dedo, con breves movimientos de su lengua que lo hicieron gemir.

-Tal vez debí probar antes el chocolate, quizás me guste.

"Puedo ayudarte a decidir." Sin dejar de mirarla,  jugó con el chocolate frotándolo lentamente y de manera casual sobre su cuerpo hasta que su espalda formó un arco arriba de la mesa. Lauren puso más presión en su clítoris, penetrándola al mismo tiempo, sintió que ella estaba volviendo a acumular humedad. Le fascinaban sus quejidos de place, se burló de ella, mordió, lamió su chupó mientras su dedo la penetró hasta el éxtasis.

 "Vente,"  le susurró al oído.

-Sí. Ah sí.- Camila atrapó su cabeza con su pecho y gimoteó antes de desbaratarse ante su ataque. 

Lauren la dejó sobre la mesa lentamente, con gentileza suavizando sus caricias y dejando besos pequeños en todo su cuerpo. Fue el mero infierno. Lo único que Lauren quería era llevar su pene al fuego. Pero apretó los dientes y respiró profundamente, diciéndose a sí misma—y a su crecido miembro—que ese no era el lugar. Habría mucho tiempo para eso más adelante. Tendrían el resto de sus vidas.

PERFECTA PARA TI  (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora