Observando el restaurante etíope, Camila le dio un sorbo al tej. El vino enmielado surcó su garganta, suave y dulce. A ella le agradó. También le agradó el restaurante—era muy acogedor.Y pensar que había vivido a unas cuadras de ahí por tantos años y nunca lo había probado. Ni siquiera sabía por qué no lo había hecho.
Pero antes de esto, mientras estaba en su oficina, juró que iba a cambiar. El anuncio personal era un buen principio, pero había otras formas de motivar su creatividad. Por eso había escogido un nuevo restaurante para cenar. Y ella tenía otras ideas, como tomar una clase de cocina en la Academia de Arte Culinario.
Incluso pensó en volver a pintar. Ella no había pintado desde que sus padres murieron. Tragándose la tristeza repentina, se concentró en la lista de materias para el curso. Introducción a los Postres Franceses o Recetas Fáciles de Cocina Tailandesa...
¿creme brûleé o pad thai? Una sombra femenina le abarcó la mesa. Sonriendo, ella alzó la mirada para saludar al mesero. Ella parpadeó incrédula, su sonrisa se desvaneció porque la última persona en la faz de la tierra que esperaba ver era Lauren .
"Hola, Camila." Él dijo su nombre con ese tono pegajoso de voz a propósito—ella lo sabía.
-¿Me seguiste hasta aquí?
"¿Yo haría algo así?"
-¿Es una pregunta tramposa?
Lauren sacó una silla frente a ella y se sentó. Se quitó el saco y lo acomodó en el respaldo de la silla.
-Ponte cómoda. Estás en tu casa,- Camila dijo, viendo cómo aflojaba su corbata y se desabrochara el primer botón de su camisa. El tono azul de su camisa de vestir concordaba con sus ojos y presumía su pecho esculpido cuando sus brazos se estiraban. Lauren solo sonrió y dijo
-"gracias. Espero que no te moleste si te acompaño. Hay lista de espera y le dije a Rose que me sentaría contigo para no ocupar toda una mesa nada más para mí."
-Qué considerada eres.- El sarcasmo parecía lo mejor—definitivamente era mejor que reconocer la emoción que sentía en su pecho al verla.
-"¿Supongo que no has ordenado?"- sonrió.
-De hecho, ya ordené.-Como si lo hubiera ensayado, la mesera le trajo un vaso de tej, respondiéndole con la mirada.
Un punto a su favor fue que educadamente Lauren le agradeció el servicio pero no le coqueteó. Rose también acomodó en la mesa un par de toallas calientes y húmedas, extendió una para Lauren y se la ofreció como si fuera su cuerpo. Camila apretó los dientes y tomó su propia toalla. Ella no iba a hacer ningún comentario. Jauregui estiró el cuello para ver sus hojas.
"¿Qué tienes ahí?"
-Es un listado de cursos de cocina,- admitió a regañadientes.
"¿Cocinas? ¿O quieres aprender a cocinar"
-Soy una excelente cocinera. Solo quiero ampliar mis conocimientos.
"Deberías tomar el curso de cocina tailandesa." revistó la lista. "Me encanta la comida tailandesa."
-Yo tomaré la clase que más me guste." No es necesario decirle que a ella también le agradaba el curso de cocina tailandesa.
"Quizás algún día me prepararás algo."
-Claro.- Ella asintió con la cabeza. -Cuando el infierno se congele y el diablo invite a todos a patinar en hielo.-
Lauren sonrió. "Me han dicho que es muy buen anfitrión."
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PERFECTA PARA TI (CAMREN)
Teen FictionCamila ha perdido su creatividad. Camila acaba de ser contratada para re-diseñar la pagina web de la mejor empresa para adultos de todo el país, pero su musa no pudo haber elegido un peor momento para desaparecer. determinada a recuperar su sensual...