Sofia tocó el timbre de la puerta de Max y de nuevo se asomó a su apartamento. Estaba oscuro. Obviamente él no estaba en casa. Brincando para mantenerse en calor, ella vio el reloj. Se supone que lo vería a las ocho, y ya casi iba a dar esa hora. Probablemente se entretuvo en el restaurante. Ella debía ser paciente. Lo cual era muy difícil, porque se moría de ganas de verlo. Ella sonrió ampliamente pensando en su última cita. Fue tan distinto delo que él había anticipado. Sofia había pasado la noche con él, pero en la sala, acostados en el piso y conversando toda la noche. Él hizo una fogata, se abrazaron y se besaron—mucho.
Y luego se quedaron dormidos sobre un nido de cobijas que habían preparado.Esa fue la mejor noche de todas. Desde entonces no lo había visto, por aquello de sus horarios, pero todos los días habían conversado. Esta noche iban a salir. Cenarían en el restaurante de un amigo y luego irían a bailar. Ella le pidió prestado un vestido a una de sus amigas, uno corto y rojo con una falda coqueta que flotaba cuando se daba vuelta. Él no podría quitarle las manos de encima. Y no es que ella pensara que harían cosas raras. De hecho, era todo lo contrario. Él le había dejado en claro que no tendrían relaciones hasta que se conocieran bien, porque el sexo sería muy fácil y él estaba interesado en ella.
Sofia lo deseaba, pero eso no significaba que le daría facilidades. Riéndose, ella hizo una pirueta, pero se frenó abruptamente al ver a alguien subir las escaleras. Era Connor. Sus labios expresaron el desagrado. Ella no entendía lo que Camila veía en él. Un ciego podría ver que Lauren Jauregui era diez veces más sexi que Connor, y eso no lo pensaba solo porque quería que Camila aceptara su decisión de estudiar Derecho. Ella hizo una mueca. Ella ya había enviado sus papeles a Berkeley pero no le había dicho nada a Camila.
Max le había dicho que Camila se sentiría orgullosa, pero él no conocía a su hermana. Sofia sí conocía a su hermana, y eso la ponía nerviosa. Forzando una sonrisa placentera, ella saludó a Connor.
"¡Hola! ¿Vas asalir con Camila esta noche?"
_Sí._ Él la vio dudoso, frente a la puerta. _¿No está en casa?
"Yo creo que sí está. Estoy esperando a un amigo." Ella señaló la puerta de Max. "Qué bien que tú y Camila se lleven bien."
_Ella me gusta_ dijo él, entusiasmado.
"Y tú le gustas a ella," dijo Sofia, luchando por no atragantarse. "Y ella ya tiene sus años. Si quiere tener una familia y todo eso, debe empezar ya. Pero es tan especial para los hombres, ¿sabes?" Él asintió con la cabeza aunque ella se percató que él no sabía esto.
_¿Freya quiere tener hijos?
"Claro. ¿Tú también?"
_Sí._
"Debes decírselo. Ella quiere tener muchos niños. Quiere formar su propio equipo de futbol."
¿Cuántos jugadores hay en un equipo de futbol? Sofia mentalmente se encogió de hombros y siguió con el tema.
"Ella siempre se visualiza como mamá."
_¿En serio?
"¿No lo ves?" ella preguntó con los ojos bien abiertos. "Hasta me dijo que sus reloj biológico estaba a punto de detonar."
_Ella es muy joven
"He oído que eso a veces sucede. Además, ella se preocupa mucho. Va por la vida siempre preguntándose y si pasa esto. ¿Cómo qué tal si sus caderas son demasiado estrechas para tener hijos?" Sofia suspiró dramáticamente y extendió las palmas de sus manos. "¿Qué puedes hacer?"
Connor no dijo nada. Él tenía una expresión peculiar en el rostro.¿Sofia se había excedido? Ella retrocedió.
"Tal vez no debí decirte todo eso. No le dirás a Camila que te conté todas estas cosas de ella, ¿verdad? Me mataría."
_Por supuesto que no,_ él le aseguró.
"Gracias." Ella suspiró con un alivio exagerado, poniendo su mano en su brazo. "Qué alivio."
Al escuchar pasos por los escalones del porche, ella volteó detrás de Connor y sonrió auténticamente cuando vio a Max.
"Ahí estás." Él no parecía estar contento de verla. De hecho, se veía un poco molesto. Max vio a Connor, y se fijó que ella tenía la mano puesta sobre el brazo de Connor y arqueó la ceja. Sofia torció los ojos. "Es el pretendiente de mi hermana, Connor."
-Mucho gusto,- dijo Max saludándolo de mano. Luego abrió su puerta y le hizo una señal para que ella entrara.
Sofia parpadeó confundida. "¿No vamos a salir?"
-En un momento.-Entonces él quería un beso primero, lejos de la mirada espía de Connor.
Sonriendo, ella se despidió de Connor a distancia y entró detrás de Max. En cuanto la puerta se cerró, él la enfrentó con los brazos cruzados.
-¿Qué pasó allá afuera.
"Solo estaba hablando con Connor." Ella puso su mano sobre la de Max. "No tienes por qué estar celoso."
-No estoy celoso. Lo que quiero saber es ¿por qué le estabas contando todas esas ridiculeces sobre tu hermana?-Parpadeando, ella dio un paso atrás.
"¿Me escuchaste?"
-Sí.
"No es para tanto."
-Estabas mintiendo.
"¿Cómo sabes?"
-Tenías una mirada astuta.
"Interesante." Ella debía corregir eso si quería ser abogada—ella no podía ir por la vida mostrando tal debilidad. Quizás debería practicar ante el espejo.
-No creo que a tu hermana le guste que tú te entrometas en su vida.
"No me estoy entrometiendo—" Ella suspiró al ver su cera arqueada."Okey, quizás me estoy entrometiendo. Pero tengo razón."
-Nunca puedo uno tener razón para entrometerse en la vida de otros.
Ella frunció el ceño. "Sí estás enojado."
-Así es. Eso no puedes remediarlo. A ti no te gustaría que tu hermana interfiriera en tu vida. ¿Por qué no la consideras?
"Ella lo merece todo, por eso lo hice." Sofia apuntó hacia el porche."Él no es bueno para ella."
-Ella es quien debe decidirlo, ¿no?- Luego, de la nada, Max dijo,-¿Hablaste con ella sobre la Escuela de Derecho?
Ella se quedó callada y se cruzó de brazos. Él meneó la cabeza. -Sofia, debes decírselo.
"¿Ahora quién es el metiche?" Ella se dirigió a la puerta.
-¿A dónde vas?
"A mi casa." Sujetándola del brazo, Max la hizo que se diera la vuelta. Él estudió su cara, y luego plantó un beso suave sobre sus labios que no respondieron.
-Entonces hablaremos mañana.- Ella asintió con la cabeza rígida y salió.
Afortunadamente ya no estaba Connor en el porche. Qué bien, porque ella pudo haberlo pateado en ese momento. Connor no tenía la culpa de nada. Ella suspiró al dirigirse a su auto. Max tenía razón. Ella se detuvo preguntándose si debía regresar y decírselo a él. Él quería que le contara todo a Camila, y ella no estaba lista para hacer eso. Ella podía ver la expresión fría en el rostro de su hermana—la misma expresión que tenía el día en que les quitaron la casa. Aún no, pero pronto. Ella primero tenía que hablar con Lauren y ver cuánto había avanzado, y luego quizás. Su vestido quedó atrapado en la puerta del auto. Ella lo jaló, maldiciendo cuando vio que tenía una mancha de aceite. Para rematar esa mala noche, ella no sabía qué hacer.
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PERFECTA PARA TI (CAMREN)
Teen FictionCamila ha perdido su creatividad. Camila acaba de ser contratada para re-diseñar la pagina web de la mejor empresa para adultos de todo el país, pero su musa no pudo haber elegido un peor momento para desaparecer. determinada a recuperar su sensual...