CAPITULO 4

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Lauren podía escuchar el timbre de su teléfono sonar cuando entró a su apartamento. Subió lentamente las dos escaleras, esperando que la contestadora hiciera su trabajo.

--Oye, amiga. ¿Ya estás en tu casa?-- Escuchando la voz de su mejor amiga, subió el resto de los escalones de dos en dos para contestar la llamada. "—Ya pasan de las ocho y es jueves, y—" cogió el auricular arrebatadamente.

"Aquí estoy, Vero."

--¿Te llamo en un mal momento? Si estás ocupado te hablaré después.-- Su voz estaba llena de insinuaciones. "Aunque ya te estoy marcando de nuevo.

"Acabo de llegar."

Había sido un día largo y complicado, empezando con uno de sus clientes que llegó hecha un mar de lágrimas porque su futuro ex-marido la había llamado esa mañana y le había dicho que él quería la tutela de Time. Lauren tardó media hora para comprender que Time era una iguana que la pareja tenía como mascota. Desde ahí todo había salido mal.

--Oye, trabajas demasiado.

Una hora antes, hubiera estado de acuerdo. Se sentía exhausta luego del trabajo. Pero el encuentro frente a frente con Camila, extrañamente la llenó de energía. Y el lugar donde quería gastar ese exceso de energía era la cama—con Camila rodeándolo con su intensa cabellera y sus largas piernas. Dejando su portafolio caer al pie de la escalera, fue directo a su recámara. Hace horas que había aflojado su corbata pero se moría por quitarse el traje.

"¿Cómo están Lucy y Abba?"

La voz de Vero se suavizó.

--Están muy bien. Abba cada día crece más. Estamos pensando en darle un hermano o una hermanita.- sonrió. Un día ella tendría lo mismo que Vero—una esposa amorosa y una familia bien cimentada. Si algo había aprendido al ser una abogada especialista en divorcios es que había que valorar a la familia.

--A propósito de Abba—" Lauren gimió, finalmente comprendiendo por qué su amigo lo llamaba tan tarde: era por desesperación.

"No me digas que necesitas una niñera."

--Okey. Sii.....

Sonriendo, se quitó el saco mientras que esperó en silencio. Le encantaba pasar el tiempo con su ahijada. Cuidar niños no era ninguna molestia. Pero también le encantaba hacer a Vero pasar un mal rato. En cualquier momento empezaría a rogarle. Vero no lo decepcionó.

--Ándale. Nada más es por una tarde. Lucy y yo tenemos que ir a una cita.

"¿Qué clase de cita?" preguntó, jaloneando su corbata y colocándola encima de una silla.

--Esas citas en donde yo termino en un hotel elegante y logro pasar un tiempo a solas con mi esposa sin tener a una niña de 3 años luchando por conseguir un espacio en nuestra cama.

"¿Qué le pasó a tu niñera?"

--Uy... renunció. Abba se encaprichó un poco la última vez."

Lauren se rio. Era increíble como una niñita podía controlar a los adultos tan fácilmente.

--Y ella quiere ver a su tía Lauren. ¿Te atreves a decepcionarla?"

"Ese es un golpe bajo, Vero."

--Pero necesario.

"¿Cuándo van a salir tú y Lucy?"

Se oye un grito de júbilo. --Sabía que aceptarías.-- Lauren negó con la cabeza mientras se desabotonada la camisa. Cualquiera se daría cuenta que ella estaba dispuesta a hacer todo por Abby, y Vero lo sabía.

PERFECTA PARA TI  (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora