PERFECTA PARA TI (CAMREN)

CAPITULO 22

Suspirando, Camila observó lo que había dentro de su armario. Cualquier psicoanalista diría que su problema de vestuario no tenía nada que ver con su guardarropa pero sí era provocado por su deseo de salir. O, más específicamente, su falta de deseo de salir con Connor. Ella suspiró de nuevo, haciendo a un lado un vestido y otro. Si ella fuera a encontrarse con Lauren esa noche, no estaría todavía buscando un atuendo minutos antes de que ella llegara, deseando poder salir en pijama. Esa mañana ella hubiera escogido un atuendo que comunicara el mensaje "quítamelo con tus dientes". Ella agarró una blusa morada que estaba colgada en un gancho. Se la pondría con unos jeans y botas. Listo.Eso no era justo para Connor. Ella meneó la cabeza mientras se puso los aretes. Camila solo podía pensar en Lauren desde aquella noche que pasaron juntas en la exhibición de gemas. Comparado con esa velada incomparable,Chernóbil no era más que un pequeño accidente. El encuentro transformó su mundo por completo. No se comparaba con nada que ella había experimentado antes y no sabía ni qué pensar al respecto. El hecho es que nunca había creído que el contacto físico podría ser tan estremecedor, y pensándolo bien ellas ni siquiera habían hecho nada trascendente—A grandes rasgos. Claro, se le cayó el vestido, pero de lo único que podrían haberlos acusado era de haber ingerido demasiada azúcar. Y de haberse dado muchos besos ilícitos. En todas partes.

 Bueno, Lauren la besó en todas partes. Camila no tuvo la oportunidad de hacer nada interesante para ella. Camila frunció el ceño, buscando un labial. Y ella quería hacer algo interesante para  Lauren. La idea de desabrochar sus pantalones y sentirlo hacerse cada vez más duro le provocó un temblor ansioso entre sus piernas. En aquel salón, ella se había sentido excitada cuando Lauren gemía al igual que mientras le lamía el pecho y luego por primera vez le tocaba con la boca sus partes privadas. Ella se retorció con tan solo pensarlo. Fue una revelación. Ella sabía muy bien lo que era un orgasmo, pero luego de la forma en que Lauren acabó con ella esa noche, su concepto de orgasmo había cambiado por completo. Ya no era una ola suave que se quebraba poco a poco—era un cataclismo que la había dejado totalmente agotada. Tanto que no recordaba cómo es que se había vuelto a vestir y en qué condiciones regresó a casa. Camila sí recordaba el beso de buenas noches en el porche. Podría jurar que Lauren también lo tenía en mente. Ella sonrió mientras coloreó sus labios. Su plan con Lauren había funcionado. Ella la inspirada por completa. El siguiente día ella estaba en su escritorio, soñando despierta con la noche anterior. Imaginando a Lauren sobre su cuerpo, con la columna recargada en la mesa. Y de pronto ella supo exactamente cómo sería su siguiente boceto: dos siluetas negras extendidas en la parte superior del sitio web, la figura masculina está arriba, con la mano dentro de las profundidades sombreadas de sus muslos. Ella de nuevo se estremeció, pensando en la gráfica que había creado. Era maravillosa.Por qué ella y Lauren no habían tocado fondo, no lo sabía de cierto. Sí, ella recordaba que Lauren le había dicho que ese no era el lugar adecuado, que quería saborearla, pero la había desnudado y acostado. Y luego volvieron a casa—podrían haber continuado. ¿Eso fue fuerza de voluntad o es que acaso cambió de opinión? Ella no había sabido nada de Lauren desde entonces, hizo un puchero.

No, Lauren se había divertido. Lauren la deseaba—ella lo sabía. Si no la llamaba mañana ella lo haría. Luego de tomar esa decisión, Camila se hizo una cola de caballo,saldría con Connor y la pasaría muy bien. Mañana hablaría con Camila y con suerte se sentiría inspirada para hacer otro boceto. El timbre sonó. Tomando un saco, ella abrió la puerta con una sonrisa brillante y algo recatada. 

"Hola."

Su sonrisa se desvaneció cuando ella vio a su hermana junto a Connor.

"Sofia, ¿qué haces aquí?"

-Voy a salir más tarde. Quiero hacer tiempo. Me topé con Connor en el porche. 

Camila estrechó la mirada. "¿Qué tramas?"