(1) Roma: Al derecho y al revés, es amor © [BORRADOR]

Capítulo: 31✔️

Después de llevarla, al llegar a casa, me he acostado en mi cama y me he dejado llevar por un sueño.

Un sueño tan raro, en el que de pronto todo se volvía negro y la imagen de Emma iba y venía como un intermitente, que cada vez que aparecía se alejaba aún más... hasta desaparecer por completo.

10:20 pm.
Me despierto con el sudor que recorría de mi frente y la respiración agitada.

¿Qué acabo de soñar?

Froto mi frente para borrar rápidamente todos esos recuerdos. Siento sed y voy a por agua a la cocina.

Alguien que me explique por qué las pesadillas parecen tan reales. No puedo entenderlo, por un momento llegué a pensar que en verdad se había ido.

«El karma quiso que te colocaras en sus zapatos por un momento y pudieras sentir lo que ella sintió cuando tú te fuiste».

Cuando tomo el móvil entre las manos y leo el último mensaje que me ha pasado todo comienza a tener sentido, sus padres ya se han enterado y la han castigado.

Estampo mi puño en los azulejos de la meseta.

¿Qué se cree esta gente? Emma ya es legal, tiene 20. ¿Por qué la tratan como si tuviera 15?

Es mi novia e iré a verla y me la llevaré de allí cuantas veces me salga de la polla.

Si piensan que nos van a separar con ese castigo de mierda están muy pero muy equivocados.

Con desesperación agarro las llaves de mi moto y vuelvo a adentrarme en el aire frío y seco que había dejado atrás cuando la llevé hasta su casa.

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Nada más entrar en el jardín la escalera parece gritar mi nombre.

«¿Cuándo entrarás por la puerta como las personas civilizadas?».

¿Mis suegros son personas civilizadas? No creo.

Tiro dos o tres piedritas suaves, antes de subir para ver si hay señal de su parte, y efectivamente, ella está ahí y me abre la ventana de inmediato antes de que yo haya podido subir.

—Estás loco —susurra sonriente.

—Completamente loco por ti —respondo con sinceridad y demasiadas ganas de acortar la distancia entre nuestros labios.

Nunca tendré suficiente de ellos.

Y me encanta cuando sus piernas me envuelven, dándome a entender que ella siente exactamente lo mismo.

Voy retrocediendo hasta la puerta, donde ella se encarga de poner el seguro para continuar besándonos.

—No estamos solos —dice en cuando mis labios encuentran esa parte de su cuello que provoca suspiros de su parte.

«Te imaginas que sus padres estén durmiendo aquí con ella y tú apunto de hacerle cositas».

Miro a la cama de inmediato, sí parece haber alguien pero no creo que sean sus padres; de igual manera, no se ve nada, toda la habitación está oscura, apenas iluminada por la luna y algunas luces de los portales de los vecinos.

—Me asustaste, pensé que tus padres estaban durmiendo contigo —confieso, volviendo a sus ojos.

—Oh, no. Es Mia —susurra.

Lo siento por Mia, por todos, pero no duermo con Emma hace muchísimo.

—Lo siento por Mia, por tus padres, pero yo necesito dormir contigo —agacha un poco la mirada y aprovecho para oler y besar su pelo—. Juro nunca más separarme de ti —beso su frente.

—Mis padres están vigilando constantemente... —tapo sus labios con mi dedo índice.

—Que se jodan, porque que no nos quieran juntos me hace desear estar más cerca de ti —analizo su reacción, a ella parecen convencerle mis palabras y su vista se fija en el sofá.

Eso es un sí.

—Tú abajo y yo arriba —tumbo algunos de sus tantos peluches.

—¿Qué? —casi no puedo notarlo por la oscuridad, pero estoy más que seguro que se ha puesto roja.

Después dicen que el pervertido soy yo.

—Tú te acuestas abajo y yo me acuesto encima de ti, sin lastimarte, solo porque es pequeño el sofá y para que no te muevas tanto —le explico. Igual, porque amo dormir encima de ella.

—Ah...

Después de quitarse sus pantuflas de felpa, se recuesta por completo en el sofá; trae ese pijamada de Garfield de la primera vez que dormí aquí, parece gustarle mucho.

A mí también me gusta mucho como se le ve.

Con delicadeza, como siempre hacia en las noches que dormía con ella, dejo caer mi peso sobre el de ella y meto mi cabeza en el hueco de su cuello.

La verdad es que no tengo nada de sueño, ya dormí suficiente hoy; ahora solo quiero estar cerca de ella.

Noto como traga grueso cuando trazo un sendero con mi nariz desde su nuca hasta su oído.

—Mañana vendrás conmigo —le digo y parece haberse atragantado con su propia saliva.

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Nota de la autora📖:
Holaaa, ¿todo bien?, espero que sí❤️.

Espero que el capítulo haya sido de su agrado, si fue así, me ayudarías mucho dejando tu ⭐️(voto) y si gustas comentar tus partes favoritas, sería de gran ayuda e inspiración para mí, las dos cosas lo son🥺.

Si encuentran algún error o falta de ortografía a lo largo de el capítulo, favor de hacérmelo saber, lo mismo al privado o en este hilo de comentarios📖.

🦋KOCT📖