Su piel palidece repentinamente, y solo en este instante soy consciente de lo brusco que fui al darle la noticia. No era mi intención ser tan abrupto; al contrario, quería que se calmara antes de decírselo.
«Ahora te toca arreglar la metida de pata».
—¿Tú... tú estás seguro de eso? —balbucea antes de dejarse caer en el sofá—. Mis padres... ellos pudieron inventarlo para separarnos.
¡Joder!, si resulta que sus padres están detrás de todo esto, haciendo sufrir a Emma, y nada de lo que dijeron es verdad, me la llevaré a otro país y entonces sí que no volverán a verla ni en foto.
Me acerco a ella y me sitúo a su altura, mientras permanece sentada en el sofá: —¡Hey! —le digo, haciéndola mirarme, levantando su mentón con delicadeza. Sus lágrimas caen sin control, empapando mi camisa—. Eso no va a pasar —aseguro, haciendo que de alguna manera, su alma libere un peso—. ¿Y sabes por qué? —mis labios impactan contra la piel cálida de su frente—. Porque ya nada puede separarnos. Tú eres lo más importante para mí y yo estaré aquí para protegerte, siempre, ¿vale?
Ella asiente rápidamente, sin dudas de que así será.
—Y si resulta ser cierto... —limpia las lágrimas restantes en sus ojos.
—Si es verdad, estaré a tu lado, abrazándote fuerte y apoyándote en todo momento —una vez que las palabras salen de mis labios, ella me envuelve con sus brazos, como si necesitara que el latido de nuestros corazones se escuchara al unísono para sellar la promesa.
Acto seguido, unos minutos después, ya más tranquila y calmada, se dirige a la habitación y llama a sus padres. Decido no acompañarla, prefiero darle su espacio y evitar que se sienta nerviosa mientras habla con ellos.
Cuando regresa, trae consigo la dirección del hospital y aún conserva la calma que mostraba al principio antes de dirigirse a la habitación, lo que me provoca un alivio instantáneo.
Al doblar el pasillo que la recepcionista nos ha indicado apenas unos segundos atrás, lo primero que se deja ver es la cara de reproche de los padres de Emma. En ese instante, ella toma mi mano y la entrelaza con la suya, en un acto instintivo o tal vez desafiante.
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(1) Roma: Al derecho y al revés, es amor © [BORRADOR]
Romance👩🏼❤️💋👨🏻Libro #1 de la bilogía "Roma"🏛️ La vida de Jonathan es un tanto descabellada, ¿qué más se puede esperar de un chico que practica carreras ilegales por diversión y/o por molestar a su padre? A sus 22 años, estaba claro que algo tenía...