Capítulo 5

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— Entonces, aquí tienes que usar la regla de tres — dijo Antonia señalando uno de los ejercicios del libro que ella y Adam, el hijo de Newton y Anathema, estaban revisando.

— ¿Así? — dijo Adam después de hacer el ejercicio.

— Sí. Y haces lo mismo con estos otros de aquí — dijo Antonia.

No mucho después de que Anathema le invitara unas cuantas galletas a Antonia, Adam llegó a casa. Al parecer, en su escuela tenían talleres después de clases, así que Adam se había quedado al suyo, que era un círculo de lectura.

La familia estaba por comer, así que invitaron a Antonia a que se uniera a ellos. Y ella, más que feliz, aceptó. Después, ella y Adam se pusieron a trabajar.

— ¿Tú crees en la magia? — le preguntó Adam, que había leído algo sobre cacería de brujas en su taller y había estado bombardeando a Antonia con preguntas al respecto.

— No, realmente — dijo Antonia. — No creo en nada sobrenatural.

— ¿No crees en Dios?

— Creo que Dios se olvidó de mí — dijo Antonia, aunque era más un pensamiento que se le escapó, que una respuesta intencionada.

— ¿Por qué?

— Por nada... ¿Tú crees en Dios?

— No sé. Mi papá dice que Dios nos cuida, pero creo que mi mamá tiene otro Dios. Y mi amiga, Pepper, dice que Dios no existe.

— Cada quién puede elegir en qué creer y en qué no. Tú también.

Adam se quedó en silencio por un momento. Mientras, Antonia estaba revisando los ejercicios que él acababa de hacer.

— ¿Azi cree en Dios?

— Bastante, sí — dijo Antonia. — ¿Cómo es que tu familia la conoce?

— No sé, pero papá dijo que la conoce de hace mucho.

— Ya.

— ¿Tú eres su amiga?

— Sí... algo así...

— ¿No te cae bien?

— Me cae muy bien. Ella es muy inteligente y muy bonita — dijo Antonia, sonriendo. — Ahora, haz estos de aquí. Son iguales a los que ya hiciste, solo que con números decimales.

Adam volvió a quedarse en silencio mientras hacía sus ejercicios. Entonces, Antonia se tomó un momento para volver a mirar los cuadros y fotografías colocadas en esa parte de la casa. En cada uno de esos cuadros, ellos realmente lucían como una familia feliz.

Según lo que Anathema le había contado, ella y Newton se conocieron cuando ambos tenían alrededor de cuarenta años. Ella ya era divorciada, mientras que él era viudo. Después de varios años juntos, decidieron adoptar a Adam, quien era muy pequeño en ese entonces.

— ¿Las brujas eran brujas porque no creían en Dios? — preguntó Adam.

— Las brujas eran brujas porque la gente creía que ellas eran diferentes o extrañas — dijo Antonia. — No eran brujas, sino mujeres que hacían cosas que los demás no esperaban que hicieran... como pensar.

— No entiendo.

— Después te lo explico, pero ahora tienes que hacer esos ejercicios.

— ¿Entonces vendrás de nuevo?

— Azi solo me pidió dar esta clase... Pero supongo que si tus padres quieren que te siga enseñando, tal vez sí regrese.

— Quiero que vuelvas. Me caes bien — dijo Adam, lo que le sacó una sonrisa a Antonia.

Un 'Nosotras' || Good Omens || Ineffable WivesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora