— Entonces, aquí tienes que usar la regla de tres — dijo Antonia señalando uno de los ejercicios del libro que ella y Adam, el hijo de Newton y Anathema, estaban revisando.
— ¿Así? — dijo Adam después de hacer el ejercicio.
— Sí. Y haces lo mismo con estos otros de aquí — dijo Antonia.
No mucho después de que Anathema le invitara unas cuantas galletas a Antonia, Adam llegó a casa. Al parecer, en su escuela tenían talleres después de clases, así que Adam se había quedado al suyo, que era un círculo de lectura.
La familia estaba por comer, así que invitaron a Antonia a que se uniera a ellos. Y ella, más que feliz, aceptó. Después, ella y Adam se pusieron a trabajar.
— ¿Tú crees en la magia? — le preguntó Adam, que había leído algo sobre cacería de brujas en su taller y había estado bombardeando a Antonia con preguntas al respecto.
— No, realmente — dijo Antonia. — No creo en nada sobrenatural.
— ¿No crees en Dios?
— Creo que Dios se olvidó de mí — dijo Antonia, aunque era más un pensamiento que se le escapó, que una respuesta intencionada.
— ¿Por qué?
— Por nada... ¿Tú crees en Dios?
— No sé. Mi papá dice que Dios nos cuida, pero creo que mi mamá tiene otro Dios. Y mi amiga, Pepper, dice que Dios no existe.
— Cada quién puede elegir en qué creer y en qué no. Tú también.
Adam se quedó en silencio por un momento. Mientras, Antonia estaba revisando los ejercicios que él acababa de hacer.
— ¿Azi cree en Dios?
— Bastante, sí — dijo Antonia. — ¿Cómo es que tu familia la conoce?
— No sé, pero papá dijo que la conoce de hace mucho.
— Ya.
— ¿Tú eres su amiga?
— Sí... algo así...
— ¿No te cae bien?
— Me cae muy bien. Ella es muy inteligente y muy bonita — dijo Antonia, sonriendo. — Ahora, haz estos de aquí. Son iguales a los que ya hiciste, solo que con números decimales.
Adam volvió a quedarse en silencio mientras hacía sus ejercicios. Entonces, Antonia se tomó un momento para volver a mirar los cuadros y fotografías colocadas en esa parte de la casa. En cada uno de esos cuadros, ellos realmente lucían como una familia feliz.
Según lo que Anathema le había contado, ella y Newton se conocieron cuando ambos tenían alrededor de cuarenta años. Ella ya era divorciada, mientras que él era viudo. Después de varios años juntos, decidieron adoptar a Adam, quien era muy pequeño en ese entonces.
— ¿Las brujas eran brujas porque no creían en Dios? — preguntó Adam.
— Las brujas eran brujas porque la gente creía que ellas eran diferentes o extrañas — dijo Antonia. — No eran brujas, sino mujeres que hacían cosas que los demás no esperaban que hicieran... como pensar.
— No entiendo.
— Después te lo explico, pero ahora tienes que hacer esos ejercicios.
— ¿Entonces vendrás de nuevo?
— Azi solo me pidió dar esta clase... Pero supongo que si tus padres quieren que te siga enseñando, tal vez sí regrese.
— Quiero que vuelvas. Me caes bien — dijo Adam, lo que le sacó una sonrisa a Antonia.
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Un 'Nosotras' || Good Omens || Ineffable Wives
FanfictionAziraphella McFell y Antonia J. Crowley se conocieron cuando ambas comenzaron a trabajar en la empresa de la familia de Aziraphella. A pesar de la desaprobación de su familia, Aziraphella comienza una relación con Antonia, mientras que ambas se esfu...