Capítulo 27

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- ¿Y a qué se debe el tan apreciable honor de tu visita? - dijo Michelle, sonriendo con burla.

Ciertamente sentía curiosidad por la presencia de Gabrielle en ese lugar, divirtiéndose por la expresión de repulsión tan evidente que su hermana mayor tenía en su rostro. Gabrielle se quedó en silencio por un largo instante, limitándose a observar fijamente a Michelle, quien le sostuvo la mirada en silencio mientras esperaba a que ella hablara.

- ¿Por qué? - dijo Gabrielle finalmente.

Michelle se rió un poco, sorprendida por lo recurrente que esa pregunta se estaba volviendo en su vida.

- ¿"Por qué"?

- ¿Por qué haces todo esto? - dijo Gabrielle con desesperación en su voz.

- ¿"Esto"?

- ¡No te hagas la estúpida! ¡Sabes muy bien de qué hablo!

- Al contrario, querida hermana, no sé a qué exactamente te refieres.

- ¡A todo! ¡Todas las pendejadas que nos has hecho desde siempre! ¡A mí, a Uri, a Zira, a todas nosotras!

- Yo no les he hecho nada que no se merecieran - dijo Michelle, encogiéndose de hombros.

- ¡¿Y qué mierda te hicimos para merecerlo, eh?! ¡¿Qué te hizo Uri para que le mintieras y provocaras todo ese horror que vivió en la escuela?! ¡¿Qué te hice yo para que alejaras a mi hermanita de mí?!

- Ahh. Así que a eso te refieres.

- ¡¿Por qué lo hiciste?! - gritó Gabrielle, tratando de contener las lágrimas de sus ojos.

- La verdad - dijo Michelle mientras miraba hacia el techo, pensativa - Siempre me molestó lo bien que se llevaban ustedes dos. La estúpida de Uri siempre te seguía a todos lados, eso me irritaba demasiado.

Gabrielle sintió un escalofrío recorriendo su cuerpo, junto a un intenso deseo de lanzarse sobre Michelle y descargar toda su rabia sobre ella, ese intenso odio que no había hecho más que acumularse a lo largo de los años. Quería acabar con ella, desaparecerla para siempre de sus vidas. Tal vez solo así finalmente sentirían paz, y quizá lograría recuperar a Urielle.

- ¿Tú también me golpearás, igual que la loca de Zira? - dijo Michelle, sonriendo, al ver los puños apretados de su hermana.

Gabrielle tuvo que morder su lengua para contenerse de hacer precisamente aquello, pues todo lo ocurrido con Aziraphella le daba vueltas en su mente, recordándole por qué era una mala idea.

- Hablando de ella, ¿dónde está? - preguntó Michelle, pero Gabrielle no dijo nada. - ¿Sabes que es delito ocultar información sobre una criminal?

- ¿Me vas a sermonear sobre la ley? - dijo Gabrielle, riéndose con indignación.

- Fui muy indulgente con ella al no presentar cargos en su contra.

- Sabes que la abuela nunca te hubiera permitido enviarla a la cárcel. Zira siempre ha sido su favorita, incluso antes de conocerla.

- Ya no más - dijo Michelle, dejando de sonreír. - No desde que se encaprichó con esa muerta de hambre.

- Sigo sin entender por qué envidias tanto a Antonia.

- ¿Envidiarla? ¿Yo?

- Se te nota tanto en la cara. Tal vez para otras personas sea difícil leerte, pero yo soy tu hermana, aprendí un par de cosas creciendo contigo. Antes, la mirabas igual que al resto, por encima del hombro. Pero, de un momento a otro, tus ojos no podían esconder esa rabia hacia ella, esas ganas de destruirla. Solo has mirado así a la gente que tiene algo que tú no, la gente a la que terminas envidiando. Alguna vez me miraste así a mí también.

Un 'Nosotras' || Good Omens || Ineffable WivesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora