Capítulo 28

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- Dios, cómo amo el vino caro - dijo una joven y alegre mujer de cabello rojo.

Sus mejillas sonrojadas delataban el efecto del alcohol en su cuerpo y su ánimo. Al principio, parecía un poco incómoda y retraída, pero ella insistió en que solo estaba nerviosa y temía hacer algo que pudiera molestar a Aziraphella. Después de todo, aquella no era una cena ordinaria, sino una cita en su apartamento. Antonia debía comportarse y no hacer nada estúpido. Por suerte, la bebida y la charla la ayudaron a relajarse.

- El lugar es lindo. Tiene tu estilo - dijo, mirando a su alrededor. - Parece una librería.

- Me alegra que te guste - dijo Aziraphella, sonriendo. - Estaba pensando en que quedarían bien algunas plantas por aquí y por allá. Pero no se me ocurren cuáles.

- Yo puedo ayudarte con eso - dijo Antonia, tomando otro sorbo de su copa. - ¿Quieres flores o solo hojas?

- De hecho... Quiero que tú escojas lo que tú quieras... Porque... Quiero que vivas conmigo...

Antonia tuvo que hacer su mejor esfuerzo para no atragantarse con el vino ni escupirlo encima del sillón en el que estaba sentada junto a Aziraphella.

- ¡Oh, Dios mío! ¡Lo siento mucho, Toni! - dijo Aziraphella mientras le daba unas palmadas en la espalda a Antonia.

- ¿Que viva... contigo...? - apenas pudo decir al tiempo que dejaba la copa en la mesa.

- Ahm... solo si tú quieres, claro... Hmm... ¡es decir...! Sé que me estoy adelantando mucho al pedirte esto... Ni siquiera te he pedido que seas mi novia, aún...

- ¡¿Aún?! - dijo Antonia, enrojeciendo aún más de lo que ya estaba. - ¡¿Tú quieres que sea tu novia?!

- ¡Por supuesto que sí! ¿No he sido muy obvia al respecto?

- Pues... ¿no? Quiero decir, sí... Bueno, más o menos... Es que pensé que solo estabas siendo amable... Curiosa, la verdad... Pensé que te gustaban los chicos y que yo solo era la novedad del momento... No creí que quisieras algo más...

- ¡Pero claro que quiero más, Toni! Me gustas mucho. ¡Muchísimo! Y quiero estar contigo. No con ningún chico. U otra chica, debo aclarar. Solo contigo. Quiero algo serio contigo.

- Oh...

Cualquier sensación de control y seguridad que Antonia hubiese tenido antes, había abandonado su cuerpo. Estaba aterrada ante la idea de una relación seria con Aziraphella, más que eso, temía no poder cumplir con todas sus expectativas. No quería decepcionarla, no soportaría esa mirada en aquellos ojos que siempre la veían con dulzura.

- ¿Tú no quieres lo mismo? - dijo Aziraphella, tratando de ocultar la tristeza de su voz, pero no lo suficiente como para evitar que Antonia se diera cuenta.

- Sí quiero, ángel, no sabes cuánto... Pero tengo miedo... ¿Y si yo no soy tan buena como crees?

- Sé que lo eres - dijo Aziraphella, tomando las manos de Antonia. - Y no te estoy pidiendo que te conviertas en algo diferente. Yo te quiero a ti tal y como eres.

- ¿Por qué? - dijo Antonia sin pensar, haciendo reír a Aziraphella.

- ¿Por qué no?

Con el rostro de Antonia tan cerca del suyo, Aziraphella no pudo evitar inclinarse y darle un beso que, para su buena suerte, fue bien recibido y correspondido.

Para Antonia, aquel beso fue aún más embriagante que el vino, más apetecible y placentero. Los brazos de Aziraphella la rodearon, invitándola a pedir por más, a desear por más. Antonia todavía se sentía nerviosa, temerosa de estar cometiendo algún error, pero el calor de Aziraphella mezclándose con el suyo la hacían querer olvidarse de todo por un pequeño instante y dejarse llevar por sus propios anhelos. Aunque fuera por un momento, quería estar en el paraíso junto a su ángel.

Un 'Nosotras' || Good Omens || Ineffable WivesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora