Un 'Nosotras' || Good Omens || Ineffable Wives

Capítulo 29

— Entonces... ¿dices que esta mujer tiene pruebas de que Crow no se chingó ningún dinero ni nada? — dijo Fulvia mientras comía una paleta de corazón que Warlock, el niño al que cuidaba, le había regalado.

— Sí. Como ella ayudó a mi prima a inculparla, creemos que realmente tiene esas pruebas — dijo Aziraphella, poniéndose un suéter que Antonia le había tejido días atrás.

— ¿Y si está mintiendo?

— Ya pensaré en algo... Pero creo que dice la verdad.

— ¿Pero por qué lo haría? ¿Por qué ahora? ¿Y por qué no antes?

— No lo sé... ¿Miedo? ¿Culpa? ¿Amor?

— ¿Amor?

— Sé que ella y Toni tuvieron una relación cuando eran muy jóvenes. Y por lo que me ha contado, fue muy tumultuosa. Tanto que Shadia le guardó rencor durante todos estos años. Eso solo significa que aún la ama.

— No creo que eso sea amor.

— Para ella, lo es. Un amor desordenado y dañino, sí. Pero es el único amor que ella conoce.

— ¿Pero cómo va a ser que no superó a su ex de cuando estaba morra? — dijo Fulvia, con burla.

— Solo ella sabe cuánto significaba Toni en su vida, especialmente en una época donde se es tan vulnerable, como la niñez.

— Estás siendo muy buena con la jodona de la ex.

— Sería mentira si te dijera que no la aborrezco por lo que le hizo a Toni, pero odiarla solo me lastimaría a mí. Y yo no quiero eso. Y para no odiarla, intento entenderla.

— Wow. En serio que eres un ángel. Yo solo la odiaría y ya.

— Creo que cada persona decide lo que es mejor para ella misma — dijo Aziraphella, sonriendo, mientras se acomodaba en el sillón para leer tranquilamente.

— ¿Has pensado en lo que te dije?

— Sí... y por mucho que me gustaría decirte que sí... no puedo.

— ¿Por qué?

— No estoy en el mejor estado mental para cuidar de un niño. Toni tampoco. No tenemos nada para ofrecerle.

— Pero una vez que resuelvan todos sus pedos, podrían. ¿No?

— Me temo que tomará bastante tiempo hasta que estemos mejor — dijo Aziraphella, sonriendo con tristeza. — Y Warlock necesita estar bien ahora.

— Pero no se me ocurre nadie mejor que tú para cuidar a ese niño — suspiró Fulvia.

— ¿Y qué te parece el hombre que me cuidó a mí?

— ¿Tu padre? ¿Él aceptaría a Warlock?

— En realidad, no lo sé. Pero la familia que formó con Ana y Adam es la clase de hogar que Warlock necesita para ser feliz.

— ¿Entonces...?

— Hablaré con ellos. Y si la respuesta es negativa, buscaré a otras personas. No descansaré hasta que él tenga una familia que lo proteja. Lo prometo.

Fulvia sonrió ante la determinación de Aziraphella y, aunque jamás lo admitiría, estaba conmovida por aquel acto de bondad.

En ese momento, el teléfono de Fulvia comenzó a sonar. Y aunque Aziraphella no podía ver quién estaba llamándole, ella ya sabía la respuesta.

— Tu prima — dijo Fulvia, mirando la pantalla. Enseguida, le pasó el teléfono.

— ¿Muri? — dijo Aziraphella, nerviosa. — ¿Qué pasó? ¿Qué te dijo?