- ¡Crowley! ¡Tienes visita! - gritó una de las guardias.
Antonia se levantó de su cama y caminó hacia la puerta de su celda. Le dolía la espalda y se sentía mareada por lo mal que comía, pero todo eso quedaba eclipsado por la inmensa alegría que sentía al escuchar esas palabras.
Aziraphella y Berenice la estaban esperando en el cuarto donde siempre se reunían. Ningún guardia se quedaba en ese lugar, y Antonia intuía que era gracias a Aziraphella, lo que la hacía sentir terrible. A su ángel no le gustaba usar su nombre ni su dinero para conseguir beneficios, por lo que Antonia se sentía culpable de que ahora ella tuviera que recurrir a eso.
- ¿Cómo estás, cariño? - dijo Aziraphella mientras la abrazaba.
- Feliz de verte, ángel - dijo Antonia, hundiendo su cara en el cabello de Aziraphella.
- Pues mantén ese ánimo, porque no te traemos buenas noticias - dijo Berenice.
- ¿Ahora qué pasó? - dijo Antonia, separándose de Aziraphella y sentándose frente a Berenice.
- Más pruebas han aparecido en estos días - dijo Aziraphella, sentándose al lado de Antonia.
- Y lo que es peor, finalmente sabemos quién es ese testigo que va a declarar en tu contra - dijo Berenice.
- ¿Quién? - preguntó Antonia, pero ni Berenice ni Aziraphella dijeron nada. - ¿Qué? ¿Es Gabrielle? ¿O Marta? Entonces estoy acabada - dijo a modo de burla.
Aziraphella tomó las manos de Antonia, sujetándolas con delicadeza. Eso asustó a Antonia, porque parecía que estaba por decirle algo bastante malo.
- Cariño... quiero que sepas que nada de esto es tu culpa... Tú solo querías ayudarla y eso está bien... Pero...
- ¿Qué dices, ángel? ... No me dirás que fue Shadia... ¿verdad?
Aziraphella asintió en silencio, con la cara entristecida.
- No... Ella fue una idiota antes... Nos hicimos muchas cosas... Pero ella nunca me haría esto - dijo Antonia.
- Pues lo hará. Y ya que ella era tu asistente, su declaración va a perjudicarte - dijo Berenice.
- No... Después de todo lo que pasamos juntas... Ella no lo haría - dijo Antonia, mientras sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas. - ¡Yo la ayudé! ¡Así que ella no me haría esto! ¡Nunca!
- Toni...
- ¡Ella lo sabía, ángel! ¡Que yo no quería ser como esa maldita estúpida! ¡Por eso, ella nunca me haría esto! ¡No lo haría! ¡Yo no soy una maldita ladrona como Jezabel!
Antonia se soltó de las manos de Aziraphella para cubrirse el rostro mientras seguía llorando. Aziraphella no sabía que hacer. Sus ojos también se estaban llenando de lágrimas, pero no se permitiría llorar. Ella debía de ser fuerte por las dos, así que simplemente abrazó a Antonia, tratando de consolarla.
Un par de años atrás, Shadia había vuelto a la vida de Antonia para suplicarle que le diera trabajo, ya que tenía varias deudas que no podía terminar de pagar. Antonia le había dicho todo sobre ellas y su relación a Aziraphella. Y aunque al principio dudaron en ayudarla, al final decidieron contratar a Shadia como la asistente de Antonia.
Ni Aziraphella ni Antonia esperaron el giro que darían las cosas. Tampoco vieron venir la traición de Shadia hacia ellas, especialmente hacia Antonia. Y ver a su amada sufrir tanto por ello fue una de las razones por las que Aziraphella había decidido ocultarle la verdad sobre Michelle, Shadia y su relación con Lucifer, a quien Antonia había acudido cuando estaba desesperada por conseguir trabajo.
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Un 'Nosotras' || Good Omens || Ineffable Wives
FanfictionAziraphella McFell y Antonia J. Crowley se conocieron cuando ambas comenzaron a trabajar en la empresa de la familia de Aziraphella. A pesar de la desaprobación de su familia, Aziraphella comienza una relación con Antonia, mientras que ambas se esfu...