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Red bull estaba unos puntos abajo de Ferrari.

Bahrein era de Ferrari.

Arabia Saudita de Red Bull.

Australia de Ferrari.

EmiRomagna de Red Bull.

¿De quién sería Miami?

Si el patrón seguía, sería de Ferrari. Y ni Christian Horner, Max o Julianna deseaban eso. Ambos pilotos ya llevan una carrera ganada y deseaban más.

—¿Segura qué va así, Lia?

Penelope observaba como Julianna la ayudaba a colocarse la cola de sirena.


—Sí va así P, yo también tuve una de esas.

La niña frunció el ceño, pero luego noto que Julianna tenía razón. La cola quedó exactamente como salía en la caja e incluso más bonita.

—¡Mira Maxie soy una sirena!

El Neerlandés sonrió al observar a la niña jugar con la cola que Julianna le había comprado.

—¿Melody eres tú?

Keller apareció en la piscina con dos cocos en la manos, sin dejar de observar con ternura a su hija.

—No tengo el cabello rojo, mami —se queja Penelope.

—Pero la caja traía una peluca —dice con duda Julianna.

La niña no tardo en saltar hacia la caja y buscar en el fondo la dichosa peluca.

—¡Ya la encontré! —chilla más emocionada Penelope.

Con cierta torpeza se la coloco en la cabeza, ya quería entrar en el agua y jugar a la sirena. Kelly no tardo en arreglarle la peluca al mismo tiempo que le daba un coco a Julianna.

—Uh, soy alérgica al coco —dijo con una mueca Julianna observando el coco en sus manos.

Los ojos de Kelly se abrieron de golpe al igual que los de Penelope y Max.

—¡Dios, Lia! te ibas a morir con los pastelitos de coco.

Max le quita el coco de las manos a Julianna con rápidez, mientras la brasileña se disculpaba por no haber preguntando.

—¿Sólo eres alérgica a eso? —pregunta Kelly ayudando a Penelope a entrar a la piscina.

—Y a la piña.

—Adiós coco piña helada —bufa Max.

—¡Pero la coco piña sabe bien!

Los tres adultos observaron a Penelope con terror, y la niña lo noto.

—La abuela compra las botellas de jugo de coco piña, incluso Alana lleva de las mismas a la escuela —añade ella.

Solo era el jugo normal, sin alcohol, que incluso su amiga llevaba en su lonchera.

—P, nunca debes de tomar otra coco piña que no sea la que te la abuela o Alana ¿entiendes?

Electric Touch ──𝗧𝗼𝘁𝗼 𝗪𝗼𝗹𝗳𝗳 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora