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Julianna iba distraída intentando arreglar la camisa que Jack había llenado de pintura, ambos niños iban adelante de ella saltando y riendo entre ellos.

—¡Vamos, mamá!

—¡Vas muy lento, tía Ev!

Los dos niños entraron antes a la habitación de descanso de Julianna, cuando la francesa se asusto de golpe.

—¡Feliz día de casada! —gritaron los pilotos en coro.

Oscar, Lando y Max fueron los que le tiraron confetti.

Daniel tomaba las fotos.

James y Jack aplaudían emocionados.

Sebastian sostenía un pequeño pastel.

Checo un ramo de flores.

Y George lloraba con los globos de forma de corazón en la mano.

—¡Te robaste el drama, George! —se quejo Oscar.

—¡Déjenme! Ando emotivo.

El británico mayor soltó los globos y abrazo a Julianna, seguido de los demás.

—¡Mi solecito se caso! —grito emocionado Sebastian.

—Me siento anciano —mumuro Checo abrazando más a Julianna.

—Bueno... —tarareo Lando.

—¿¡Te gustó la sorpresa, Lia!? —pregunto emocionado Oscar interrumpiendo a su compañero.

Julianna ya estaba llorando de alegría y ternura.

—¡Ya la hicieron llorar! —se quejo Max.

Julianna se rio abrazándolo a él.

—¡Nosotros también queremos abrazos! —grito Jack.

—Ustedes dos la tienen todos los días —se quejo Max sin soltar a Julianna.

—Y el tío Toto —agrego James con inocencia.

—¡El roba Lías! —dio un grito al cielo Sebastian.

—¡Deja a mi esposo! —lo regaño Julianna.

George y Oscar fueron los que chillaron emocionados al escucharla.

—Yo se que Lia ya quería referirse a Toto como esposo —dijo risueño Daniel.

—No le ven la cara de burro enamorado —suspiro Checo.

—¡Checo!

[...]


Evangeline, mi vida, mi esposa. Juntos en las aventuras, sin importar las cosas. Con ella cada día es una maravillosa prosa —tarareaba Toto abrazando a Julianna por la cintura.

—¿Entonces debía casarme contigo para saber que cantas y haces rimas? —jugueteo la recién casada.

—Que puedo decirte, esposa —se encogió de hombros con inocencia Toto.

Llevaban menos de 42 horas casados y Toto aún no se lo creía.

—¿No quieres que te den tu trofeo e irnos ya? —jugueteo Toto.

Julianna alzó una ceja, ahora el austriaco parecía ser el primero en que la temporada terminará.

—¿Por qué? —pregunto con inocencia ella.

Toto acaricio su cintura con delicadeza al mismo tiempo que se acercaba más a ella para hablar.

—Para ir a nuestra primer luna de miel, liebe —mumuro cerca de su oido.

Electric Touch ──𝗧𝗼𝘁𝗼 𝗪𝗼𝗹𝗳𝗳 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora