38

3.5K 510 71
                                    


El inicio de la temporada 2027 era la que más cambios estaba teniendo.

Lewis Hamilton, Fernando Alonso, Sebastian Vettel y Julianna Wolff estaban fuera de la parilla.

Aston Martin, Red Bull, Mercedes y Ferria tendrían asientos disponibles, llamando la atención de pilotos de categoría bajas. Sería la temporada con nuevos rookies.

Kimi Antonelli entraba con Mercedes.

Oliver Bearman con Ferrari.

Rhea Lombardi con Red Bull.

Y Tina Hausmann con Aston Martin.

—No seas pesado con ella, Max —le advirtió Julianna.

La francesa estaba cómodamente recostado en una tumbonas con un helado de limón, escuchando a Max quejarse de su nueva compañera de equipo.

—No entiendo porque Vettel se fue, el no está embarazado y ya nos estábamos llevando bien —bufo el Neerlandés.

—Seb decidió ser feliz y estar lejos de tus enojos —bromeo Checo.

—Yo no me enojo —sus ex compañeros alzaron una ceja con burla—. Tal vez un poco...

—Un poco —repitió Julianna con sarcasmo.

—Tengo un temperamento fuerte —aclaro Max.

—Temperamento fuerte o no, no seas grosero con tu compañera.

—Sí Max, suficiente tiene la pobre en soportarte todo un año —tarareo Checo.

Los medios estaban buscando toda la información de Rhea Lombardi, unos decían que no soportaría ser parte de Red Bull, otros afirmaban que sería la siguiente Julianna Wolff.

—¿Hablan de Lombardi?

Lando apareció con Oscar sonrientes, ambos venían con un helado en la mano.

—¡Mira Lia, también lo pedí de limón! —chillo emocionado Oscar.

—Es un copion —tarareo Lando.

—No, Oscar tiene buenos gustos —sonrió Julianna, logrando que el piloto inflara el pecho orgulloso.

El australiano acercó una tumbona para recostarse cerca de Julianna y poder saludar a su sobrina.

—Hola mini Lia, ¿también te gusta el helado? —le hablo suavemente él.

—Va a empezar a patear y no tenemos a Toto para que la calme —lo amenazó Checo—. Y yo no correré en busca del lobo.

—No entiendo porque prefiere a Toto —frunció el ceño Max.

—Es temporal, luego va a ver a su linda mamá —alardeo juguetonamente Julianna—. ¿Verdad ma vie?

Los cuatro pilotos sonrieron con nostalgia.

Habían presenciado como Julianna llegaba al paddock como Rookie y con miedos, y ahora era una campeona con una bebe en camino.

—Ya me puse chipi —mumuro Checo dándose aire con la mano.

—Mejor critiquemos a la nueva —propuso Max para no llorar.

—Max...

—Es mi amiga —soltó Oscar.

Los mayores observaron al australiano con incredulidad.

—¡Eso se llama traición! Pudiste decirnos desde hace bastante —dramatizo Lando.

—Nunca lo preguntaron —se encojo de hombros él.

Electric Touch ──𝗧𝗼𝘁𝗼 𝗪𝗼𝗹𝗳𝗳 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora