Electric Touch ──𝗧𝗼𝘁𝗼 𝗪𝗼𝗹𝗳𝗳 ✓

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"Julianna Wolff no correrá la siguiente temporada"

Los titulares estaban repletos de la noticia que había soltado Mercedes hace unas horas.

—La gente inventa más que Madeleine —dijo con diversión George.

—¡Oye! —se quejo la británica.

Ambos británicos estaban como era de costumbre en la casa de Toto y Julianna.

—¿Siguen leyendo comentarios? —se burlo Toto.

—Están creando buenas teorias, en unas los hacen hasta divorciados —dijo George observando los comentarios.

Toto rodo los ojos negando, él no le pediria el divorcio a Julianna.

Él le gustaba vivir.

Además, amaba a Julianna con su vida.

—Ten cuidado con la miel, liebe —le advirtió Toto antes de darle el pequeño bowl.

Cumplirle los antojos a su esposa eran su nuevo hobbie favorito.

—¿Zanahoria con miel? —hizo una leve mueca George.

—Es el antojo más tranquilo que ha tenido, George. La última vez me hizo que fuera a comprar un...

—Shh, ustedes no están creando un humano pequeño dentro de ustedes —los calló Julianna acariciando su vientre.

En el último mes había crecido y se notaba más.

—Dejen al bebé —los señaló Toto a ambos británicos—. ¿Ves mein Schatz? Por eso papá debe ser siempre tu favorito, jamás de criticaría —le hablo Toto al bebé.

Y como era de costumbre, recibió una pequeña patada.

El bebé amaba escuchar la voz de Toto.

—¡No Torger, ahora patea más fuerte! —se quejo Julianna acariciando el vientre.

Toto sonrió ampliamente.

—Es un bebé fuerte —se pavoneo.

Madeleine y George observaban la escena como era de costumbre para luego seguir leyendo los comentarios.

—¿No vas a dar una declaración oficial, Lia? —curoseo George.

—Yo ya la escribi, como la buena manager que soy —alardeo Madeleine.

—No aún, la daré hasta que el contrato de tu nuevo compañero este George —sonrió Julianna tomando una zanahoria.

—¿Es quién pienso que es? —chillo emocionado él.

—Sí te refieres a un italiano... tal vez.

Kimi saldría de Williams para irse a Mercedes, y en su lugar entraría Doriane.

—¡Eres un mentiroso Wolff! —grito indignada Madeleine.

Su cuñado le había negado mil veces que Kimi no sería el reemplazo de Julianna.

—¡Gane la apuesta! —victoreo George.

Toto bufo fuertemente, su esposa, hijos, cuñada y pilotos apostaban por todo.

[...]

Toto estaba parado frente a Julianna con los brazos cruzados.

—Torger, me están poniendo nerviosa. Solo habla y ya, por favor —se quejo Julianna.

El austriaco relajo sus facciones, se acercó hacia ella y sus manos fueron automáticamente a su vientre.

No quería generarle emociones negativas a ella o al bebé.