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Flashback


Los copos de nieve caían suavemente en el patio trasero, la chimenea trabajaba para balancear la temperatura del hogar y el chocolate caliente recién hecho intentaba animar a la recién llegada.

—Tienes que comer para tomarte los medicamentos, Gigi —mumuro Damien.

Julianna tenía una venda en la frente, había tenido una pelea con sus padres y había terminado resbalandose con el hielo.

Un accidente, claro.

—¿Crees que me quede una cicatriz? —ignoró el comentario Julianna.

La francesa tenía una fobia con notar manchas o algo diferente en su piel. De pequeña siempre era reprendrida cuando llegaba con algún moreton o golpe.

—¡Por Dios, Line! —la regaña Madeleine—. Eso es lo de menos.

—¡Pero para mí no! —los ojos de Julianna se empezaron a cristalizar—. ¡Ahora voy a volver a llorar!

Damien le dio una mala mirada a Madeleine, pero la británica bufo.

—No... no llores, Line. ¿Quieres que pida helado con limón? —intento calmarla ella.

Ya sabían la debilidad de la francesa.

—Pero doble... —mumuro Julianna.

—Doble será —sonrió Madeleine.

Ambos Beaumont intentaron mantener la mente de Julianna ocupada, dejando la triste realidad de lado. Su padre le había dejado a su propia voluntad esa tarde en la nieve. Julianna tenía suerte que la poco herencia de Jules dejo, había quedado a su nombre y con la ayuda de Damien, podría sobrellevar las cosas.

Y así fue.

La gente se sorprendía cuando Julianna mencionaba que era francesa, ella no tenía un acento marcado cuando no hablaba su idioma materno. Damien se había encargado en darles a Madeleine y Julianna la mejor educación británica, eso había generado que Julianna perdiera el acento.

—El acento británico es el mejor, Line —le repetía siempre Madeleine, pero Julianna parecía no querer adoptarlo.

Damien se habia convertido en el pilar que Julianna necesitaba cuando todo parecía desmoronarse.

Las personas cercanas a ellos mumuraban que era un buen padrino para la francesa, aunque él sólo intentaba ser el padre que nunca lo dejaron ser con ella.

Damien había estado al lado de Julianna en cada uno de sus logros o problemas.

Pero las personas crecen y avanzan.

Cuando Julianna empezó su relación con Charles, poco a poco estuvo alejándose de ambos Beaumont. La francesa no había notado como el monegasco la manipulaba suavemente para no estar con ellos.

—Hay algo en él, que no me termina de cerrar —Madeleine miraba detalladamente la historia que el monegasco había subido con Julianna.

—Evangeline debe de haber visto algo en él que valga la pena, corazón —había intento sonar sutil Damien.

Y lo único que Julianna había visto en Charles, había sido falsas promesas e intentos de buscar felicidad en el pasado. La muerte de su hermano la había apagado y Charles parecía ser el rayo de luz que volvería a traerla de nuevo.

Fue todo lo contrario.

Aunque al final, la relación que parecía ser perfecta ante todos era una completa farsa. Al principio todo era color de rosas, pero poco a poco se teñía de negro.

Electric Touch ──𝗧𝗼𝘁𝗼 𝗪𝗼𝗹𝗳𝗳 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora