09

6.2K 601 99
                                    


La carrera de Mónaco era algo que cualquier piloto deseaba ganar.

Julianna no era la excepción.

Max y ella estaban marcando un buen ritmo en las prácticas y clasificación.

Ahora Checo, Max y ella estaban imitando patos.

—¡10! —grito Max luego de tomar un pato de la piscina.

—Llama a uno de los ingenieros y pídele papel de baño —pide producción.

Julianna y Checo se rieron al observar la cara de Max.

—Van a ver quien es el mejor actuando —se pavonea Max.

El Neerlandés no tardo en marcar el número de Tom, uno de los ingenieros.

—Pero hazlo como que si de verdad lo necesitar —dice Checo emocionado.

Max asintió al mismo tiempo que Tom finalmente respondía la llamada.

—¿Hola? —se escucho la voz del hombre por el altavoz.

—¡Tom, amigo! ¿Dónde está el estupido papel higiénico? —dramatiza Max.

—¿El qué? —se escucha entre cortado.

—¿Tienes papel higiénico? Estoy atrapado en mi habitación.

Julianna y Checo se tapaban con la mano la boca para no reírse.

—¿Hola? ¿Tom?

—¿Hola? ¿Qué pasó Max?

—¡Tom necesito papel higiénico!

—¿Dónde estás?

Checo señaló con la caña de pescar la señal donde estaba el cartel del lugar.

—Estoy en la estación de energía, necesito papel higiénico. No hay ninguno.

—¡Rápido! —le susurra Julianna.

—¡Rápido, ahora! —repite Max.

—No estoy ahí...

—¿No estás aca?

—Cualquier cosa, que traiga cualquier cosa —dice Checo.

—¡Cualquier cosa, Tom! ¡una camisa o incluso un calcetín! —sigue Max intentando sonar angustiado.

Julianna se golpeaba la pierna para no reírse.

El ingeniero estaba confundido y la llamada entre cortada no ayudaba.

Al final Max terminó riéndose y aceptando que era una broma.

—Apestas como actor —se burla Julianna.

—¡Ustedes me hicieron reír! —se queja Max.

Haciendo un ademán para restarle importancia, Julianna tomó su caña de pescar para tomar un pato.

—¡17!

La producción busco el número en el listado de preguntas con rápidez.

—¿Cuántos coches de la F1 han terminado en el puerto de Mónaco?

—¿Uno? O más de ¿uno? —vacilo un poco Julianna arreglandose la camiseta.

—Yo sólo se de uno, tal vez a lo mucho dos —agrega Checo.

El punto fue para la francesa.

—¿Ese es el papá pato? —pregunta emocionado Max.

Checo no tarda en robarselo y tomarlo.

—¡9!

—Llama a Christian y haz sonido de patos.

Los tres pilotos se desinflaron de la risa, parecía que alguien les estaba haciendo cosquillas.

Electric Touch ──𝗧𝗼𝘁𝗼 𝗪𝗼𝗹𝗳𝗳 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora