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Julianna estaba cómodamente escuchando música con los audífonos que le había robado a Toto, mejor dicho, se los había pedido prestado. La Julianna del futuro tenía playlist para todo, y ella iba a tomarse el tiempo de escucharlas.

Toto estaba trabajando en su ipad, así que Julianna no podía molestarlo.

Había intentando entrar a una red social, pero estaban repletas de comentarios o menciones. Prefirió no tocar nada y arruinarlo.

Sus mensajes eran igual, tenía para elegir.

Así que terminó en la galería de fotos.

¿Cómo podía tener tantas fotos?

Había todo tipo de fotos, desde unas que eran tomadas por error hasta unas bastante producidas. Julianna no tardo en darse cuenta cuando empezó a salir con Toto, el hombre siempre salía en la galería y de nuevo ese niño.

Pero se terminó aburriendo y fue al lugar donde cualquiera se podía enterar de todo.

Notas.

Fille intelligente —mumuro Julianna para si misma.

Las notas estaban casi vacías, parecían un desierto.

Si ella fuera la Julianna del futuro, lo cual si sería, si escribiera cosas. A ella le gustaba escribir, podía sacar todo lo que se guardaba aunque ella era un libro abierto y la otra Julianna parecía ser un libro cerrado por lo que había escuchado.

¿Qué le había pasado para cambiar eso?

Observo las aplicaciones del teléfono.

¿Por qué tenía tantos juegos?

Y ¿dos calendarios?

El celular detecto su rostro y desbloqueo la aplicación.

Bingo.

Ahí estaban las notas verdaderas.

Y vaya que tenía.

Deslizó hasta lo último.

¡Habían del 2017!

Julianna quiso dar un pequeño grito de emoción, pero se contuvo. De reojo noto como Toto estaba con el rostro serio mientras tecleaba en su ipad.

Eran cosas de jefes.

Ahora ella debía leer para entender todo el drama en el que se había metido.

Encontró incluso las contraseñas de varias cuentas, listas de compras o del supermercado, recordatorios y lo que Julianna buscaba, ¡chismes!

Amaba que todo estaba organizado con detalle.

Ahora Julianna debía tomar una gran decisión, ¿iniciar por el pasado o el futuro?

Ella terminó eligiendo el futuro.

Su primer día en el paddock, eso sonaba bien.

Julianna leía con curiosidad lo que la otra Julianna había escrito. A veces entraba en detalle o a veces era un poco corto y superficial.

¿Por qué Max le había salido serio y callado? Según las notas era todo lo contrario con ella.

Julianna se metió tanto en la lectura, que casi dio un salto cuando Toto le tocó el hombro.

—¿Ya me quieres matar, Torger? —se quejo bloqueando el celular.

Toto se quedó callado por unos minutos.

Había sentido un deja vu.

—Te estuve llamando y no me hacías caso...

Electric Touch ──𝗧𝗼𝘁𝗼 𝗪𝗼𝗹𝗳𝗳 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora