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Jack movía sus piernas con tranquilidad mientras tomaba el juego de naranja que Julianna le había dado.

—¿Y qué me van a decir? —curoseo con inocencia—. ¿Vamos a ir a Disney?

—No hijo, no iremos a Disney.

Toto estaba recostado en el marco de la puerta, a diferencia de Julianna que estaba sentada enfrente de Jack.

—¿Me van a dar un perrito?

—No cielo.

—¿¡Ev va a vivir con nosotros!?

Ambos adultos se miran entre sí, para luego negar con la cabeza.

—¿Entonces? —Jack cruzo los brazos.

Él ya había dicho las cosas importantes.

—Evangeline y yo ya somos pareja —va a directo al punto Toto.

—Ah.

¿Sólo iba a decir un "ah"?

Jack pareció ver el desconcierto en el rostro de su papá y Julianna.

—Para mí ya eran pareja desde Bakú, además Harry y yo ya nos lo esperabamos—sonríe dándole un último sorbo a su jugo—. ¿Y cuándo se van a casar?

Toto se ahogo un poco y Julianna se rio.

Al austriaco había luchado por elegir bien el momento para pedirle a Julianna que sea su pareja. Para el matrimonio sería toda una odisea. Incluso estaba repensando en iniciar ya una lista de ideas.

—Falta mucho para eso, cielo —se adelanto en hablar Julianna.

—Entonces de mi futuro hermanito ya ni pregunto ¿no?

—Jack...

Toto a veces se preguntaba que estaría pagando con lo directo que podía llegar a ser su hijo.

—¡Bienvenida a la familia, Ev! —cambio de tema el niño.

Jack finalmente tenía a su familia completa.

[...]

—¿Jul?

Cuando la puerta de la habitación de Toto sonó, Julianna fue a abrir encontrándose al británico con su novia. Mientras George la observaba con desconcierto, Carmen empezaba a unir ciertas ideas.

—Hola —sonrió con inocencia ella.

—¿¡Te vas a pasar a Mercedes!? —pregunta emocionado George.

Antes que Carmen o Julianna detuvieran las especulaciones de George, otra voz se adelantó.

Liebe —tarareo Toto—. ¿Quién es?

El hombre se acercó despreocupado arreglando las mangas de su camisa.

George observo a Julianna y luego a Toto. Como si fuera un partido de tenis de mesa.

¿Su jefe estaba combinando ropa con Julianna? ¿Y la había llamado amor en alemán? Pensó George.

—¡Ev, papá tiró tu dyson! —Jack corrió detrás de Toto con el estilizador en las manos.

—¡No le paso nada! —se limpio las manos Toto.

Los dos Wolff se callaron al notar a George y Carmen.

George parecía ido y Carmen divertida.

—¡Tíos!

Dejandole la dyson a Julianna, Jack no tardo en abrazar a la pareja recién llegada.

Electric Touch ──𝗧𝗼𝘁𝗼 𝗪𝗼𝗹𝗳𝗳 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora