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Ganar el GP de Miami había hecho que Max, Julianna y todo el equipo de Red Bull empezará a sentirse más confiados. Debían ganar las siguientes tres carreras para liderar la temporada de nuevo.

Los dos pilotos estaban empapados de champagne, con sonrisas en sus rostros retiraron sus trajes y se colocaron ropa más cómoda para la foto grupal.

La celebración del equipo de la bebida energética, había sido observaba por Ferrari con cierto recelo, más por un monegasco. A diferencia de un pequeño niño que estaba feliz por la victoria de su ex maestra, él no lo iba a admitir en voz alta pero empezaba a tener más curiosidad por ese equipo.

—¡Miss. Bianchi!

Jack corrió hacia Julianna con la gorra de Mercedes en una mano. La francesa que había terminado de charlar con Daniel, sonrió de lado al observar al niño.

—¡Hola, Jack! ¿te gustó la carrera?

El niño asintió con la cabeza con rápidez, mientras la abrazaba lo cual no dudo aceptar Julianna.

—¡Fue genial! estuve nervioso cuando apareció el carro de seguridad, pero Alice me explicó las estrategias que usaban cuando eso pasaba —dijo Jack sonriente.

—¡Jack! ¿qué te he dicho sobre salir corriendo así?

La voz de Toto hizo que el niño se callara y la culpa apareciera en su rostro.

Jack era un poco impulsivo y Toto era un poco sobre protector.

Al final era un padre soltero.

—Perdón...

El niño estaba aferrado a la pierna derecha de Julianna, quien estaba acariciando su cabello suavemente. Toto los observo y dudo un poco para volver hablar.

—Felicidades por el podio, Julianna —dijo él, su acento Austriaco apareció más cuando pronunció el nombre de la piloto.

—Uh, gracias. Su equipo estuvo genial también.

—Genialmente mal —susurro Jack.

—¡Jack! —lo regaña con cierta pena Toto.

Julianna parecía querer reírse, pero prefirió morderse la lengua.

—¿Quieres ir por un helado con nosotros, miss. Bianchi? —le pregunto Jack ignorando a su padre.

Julianna abrió los ojos un poco y observo a Toto que parecía un poco desconcertado.

—Uh, yo creo que...

—¡Papá y yo conocemos la mejor heladería de acá, incluso venden fresas con chocolate heladas! —la animo Jack.

—No se si tu papá quiera, Jack —se excuso Julianna.

Jack observo a su padre para que respondiera él. Su papá nunca era tan callado, ¿por qué ahora si? era la nueva duda que tenía el niño.

—Por mí está bien...

La sonrisa de Jack creció más, que parecía que en cualquier momento sus mejillas empezarían a doler.

—¡Los dos queremos! —aseguro Jack—. ¿Aceptas?

Julianna jugo con su anillo con cierta duda.

—¿Pero tienen helado de limón?

—¡Sí! tienen todos los sabores, el de fresa es mi favorito.

Solo era un helado, ella se lo merecía. Pensó Julianna.

—Está bien, acepto el helado —accedió finalmente haciendo que Jack saltará emocionado—. Pero debo ir a traer mi maletín antes.

—¿Te puedo acompañar? —pregunto con inocencia Jack—. ¿Puedo ir? —le pregunto también a Toto.

Electric Touch ──𝗧𝗼𝘁𝗼 𝗪𝗼𝗹𝗳𝗳 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora