єℓ мοτινο ∂є иυєѕτяο νιαנє

ϲαριτυℓο 67

Había pasado ya alrededor de 5 semanas que el grupo se separó y que los chicos había vuelto a sus respectivas naciones.
En Mondstadt se respiraba un aire de tranquilidad, la nación de la libertad se sentía tan agradable que Chongyun y Xingqiu habían decido quedarse algún tiempo ahí.

Ambos estaban viviendo actualmente con Bennett, el aventurero estaba más que feliz de tenerlos en su casa, aunque lamentaba que su mala suerte le provocará ciertos problemas.

El exorcista y el se había vuelto muy buenos compañeros de aventuras, cuando Bennett se iba a una misión, el peli celeste iba con el, así podía aprovechar para expandir su búsqueda de espíritu que el pusiera exorcizar, mientras que Xingqiu a ha una mostrado muy interesado en la biblioteca, además se encontraba encantado de ayudar a Lisa puesto que con los gemelos no la tenía tan fácil y además estaba más cerca de Albedo, ambos ya tenían varias colaboraciones en mente y que eran ratos libres las llevaban a cabo, esto sin interrumpir las tareas de ambos.

Kaeya estaba encargado de la mayoría de tareas ahora, aunque tenía la ayuda de Amber y albedo a veces terminaba exhausto y como no, si trabajaba por Jean y por el también, al final solo quería ir a la cama y dormir una semana entera, pero sabía que lo que hacía estaba bien, quería que los mellizos tuvieran un infancia con ambas madres y si tenía que trabajar todo el día así lo haría, por suerte Diluc había comenzado a involucrarse con sus tareas, tratando de aligerar la carga del peli azul.

Fue un día de aquellos dónde un rubio llegó a la ciudad, su llegada no fue escandalosa pero si alertó a la mayoría puesto que se trataba del mensajero del gran maestro Varka.
Huffman estaba feliz de ver así hermanito, pero si que estaba sorprendido, hacía casi un año que se había marchado.

El tímido topógrafo se encargó de visitar a Eula su capitana y a los demás caballeros, pero tenía una misión y es aera entregarle algo a la maestra intendente.

Jean no dudo en ir hasta la sede de los caballeros para saber cuál era el mensaje de Mika, aunque grande fue su sorpresa al ver grandes regalos.

— Oh Jean me alegro ver qué te encuentres bien, espero que  tus hijos también lo estén.

— Muchas gracias Mika, todos nos encontramos bien, pero dime ¿Ha pasado algo?

— Si han pasado muchas cosas, pero ya entregué mis informes a Kaeya, he venido hasta aquí solo para entregar dos cartas, una para la maestra intendente y una para Jean, la primera se la di a Kaeya por estarte supliendo y la segunda la tengo aquí— El rubio saco un pequeña carta y se la entrego a la mayor.

Jean no dudo en abrirla y leer el contenido de esta, su mirada se suaviazo y sonrío, su padre la felicitaba por su boda, por el nacimiento de sus hijos y lamentaba no poder estar ahí con ella en esos momentos tan importantes en su vida.

— Muchas gracias por traer su carta Mika— Dijo finalmente la rubia.

— No ha Sido nada, es parte de mi deber o y eso me recuerda, el maestro Varka me ha pedido que te entregué esto— Dijo señalando detrás de si, dónde había una variedad de artículos para bebés— Quizá el maestro exagero, pero estaba tan feliz que simplemente traje todo hasta aquí.

— Debió haber Sido difícil traer todo esto pero te lo agradezco Mika… pero eso significa que te irás pronto no es así.

— Oh no, de hecho el maestro Varka me pidio que me quedará un tiempo y los ayudará en lo que fuera necesario, que creo que se buen quien necesita ayuda— Dijo refiriéndose a Kaeya.

— Muchas gracias Mika, tendré que irme ya que debo seguir cuidando de mis bebés.

— Si Jean no te preocupes.

La rubia sin más se marchó y el joven topógrafo fue directo a la oficina de Kaeya para poder ayudarlo correctamente.

Liyue por su parte también estaba muy tranquila, los días parecían ser los mismos, llenos de paz y tranquilidad, aunque a algunos se les podía ver mirando hacia la nada, quizá extrañando algo.
Lo único de gran relevancia fue cuando la gran flota crux meridianam arribo el puerto de Liyue, la capitana Beidou estaba de regreso de su largo viaje a Inazuma.

Ni bien puso tierra firme, fue hasta la cámara de jade solo para poder invitar a Ninguang formalmente para asistir a la boda de nada y menos que la arconte de la eternidad.

— Piénsalo, es una buena oportunidad, es más considerate afortunada, la invitación me permite llevar a una persona conmigo así que por qué no llevar a mi futura esposa— Dijo la capitana orgullosa.

— Según mu agenda esa fecha estaré desocupada, así que supongo que estará bien— Respondió Ninguang dándole un sorbo a su té.

Beidou sonrió satisfecha, había logrado su cometido.

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Inazuma era el caso contrario a las otras dos regiones, la nación de la eternidad se había tomado una breve pausa luego de que la shogun aplazará un tiempo la boda.

Nadie entendió por qué, pero respetaron la decisión de su arconte.

— Aún no puedo localizar ni una pista. sobre el.

— Ei quiero que te tranquilices, no estás viendo las cosas bien.

— No Miko, si planeo empezar una nueva vida, quiero hacerlo bien y para lograrlo tengo que pedirle perdon a Kunikuzushi, estoy tan arrepentida, le cause un dolor inimaginable y se que no merezco su perdón pero es algo que tengo que hacer.

Yae se quedó callada, no podía hacer nada más que apoyar a su pareja.
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Notas:

Hola a todos!

Será viene reconciliación familiar?
Descubranlo en los próximos capitulos de su historia favorita!