єℓ мοτινο ∂є иυєѕτяο νιαנє

ᶜᵃᵖⁱ́ᵗᵘˡᵒ ³²

Por la tarde se reunieron todos, se divirtieron un poco, pasearon por los alrededores de Liyue... El equipo estaba triste ya que no podrían ir junto con la viajera, sin embargo ninguno dijo nada, nadie quería arruinar el momento.

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Al anochecer tuvieron una agradable cena, se quedaron despiertos hasta tarde, platicando sobre anécdotas que habían pasado antes de que se reunieran, pero decidieron dejarlo para después cuando la rubia dijo que ya estaba cansada.

Lumine guardo algunas cosas que podría necesitar en su viaje, y después de esto se fue a la cama, aún estaba agotada por los acontecimientos anteriores y aunque sabía que debía descansar, simplemente no lo hacía.
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Una hora antes del amanecer Lumine estaba contemplando el bello amanecer y el paisaje que Liyue le ofrecía... No tardó en unírsele el alquimista, quien sin decir palabra alguna se sentó a su lado.

- Albedo... Aún no terminamos las pruebas, pero te prometo que cuando vuelva de Inazuma-
La rubia no pudo seguir hablando, pues los labios del alquimista se posaron sobre los de ella, en un dulce roce que solo duró unos segundos.
Seguido de esto Albedo le sonrió.

- Es increíble como incluso yo siendo un humano artificial sea capaz de sentir estas cosas... antes de ti solo creía que el amor era una fórmula incomprendida, pero luego llegas tú a hacerme experimentar estás cosas y con este acto he confirmado que lo que siento es real y no solo una hipótesis como pensaba, Lumine... Me gustas!

El rubio se había declarado, cuando despertó está mañana no se imagino que haría y diría algo como eso, pero el ver a la bella chica no pudo evitarlo.
La mente de Lumine era un caos, su primer beso había sido robado y no solo eso, recibió una confesión de amor, no tardó en aparecer un sonrojo en su rostro.

- Interesante- Dijo el chico, estaba experimentando cosas nuevas, su corazón no dejaba de latir y si bien antes lo había sentido, este era muy diferente, lo hacía sentir cálido.

Antes de que alguno pudiera decir algo, Paimon llegó casi tirando a la chica.

- Lumine! Debiste despertar a Paimon!!!- Exclamó molesta la pequeña albina.

- Jeje lo siento Paimon, pero no quise despertarte, te veías tan cansada.

- Vayamos a desayunar!!- Comento animada Paimon, quien había salvado a la rubia, pies no sabía que hacer, era la primera vez en su vida que aquello pasaba y no estaba lista para dar una respuesta.
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Lumine cocino teniendo de ayudante a Paimon, el chico de ojos azulados quiso ayudar, pero recibió una negativa en cuanto entro a la cocina, así que decidió quedarse esperando en el comedor, mientras escribía algo, en una especie de diario.

Poco a poco los demás fueron bajando, llevándose una sorpresa al ver el festín que la viajera había hecho.

- Buenos días chicos!.. Vayan lavándose y siéntense para desayunar- Les dijo con una sonrisa.

Ellos sonrieron e hicieron caso, antes de que comieran Lumine se preparó para hablar.

- Se que es poco... Pero es mi forma de agradecerles por todo, quizá no viajamos durante mucho tiempo, pero me divertí mucho a su lado.

Sin pensarlo el quipo la envolvió en un gran abrazo, y aunque no dijeron nada, sabían que todos sentían lo mismo.
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Sin muchas ganas se encaminaron al muelle donde estaba el Alcor, el majestuoso navío se balanceaba entre las pequeñas olas que chocaban contra el muelle.

- Justo a tiempo, casi mando a alguien a por ti- Comento la capitana del barco.

Beidou se presentó ante el grupo de chicos, y ellos hicieron los mismo, sin embargo por las prisas no tuvo mucho tiempo de entablar conversación alguna con ellos, en vez de esto subió al barco de nuevo, lista para dar órdenes y ponerse en marcha, y claro darle la oportunidad a la viajera que se despidiera.

Bennett no pudo contener más sus emociones y rompió en llanto, aferrándose al vestido de la chica, al verlo así incluso los más serios contornearon sus rostros en una mueca de tristeza.

Y con una promesa de volver más pronto de lo esperado... Tuvieron que despedirse, los diez varones miraron como el barco iba haciéndose más pequeño debido a la distancia, se sentían fatales.
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Lumine aunque estaba triste por dejar a sus queridos chicos, no podía evitar sentirse esperanzada. Ahora más que nada debía seguir las pistas del abismo.

- Te recomiendo que te pongas cómoda, tardaremos dos días en llegar- Dijo el nativo de la región de la eternidad.

- Gracias Kazuha... Me gustaría que me hablaras de la situación de Inazuma.

El rostro del chico se torno algo oscuro, no era como si le encantase hablar de aquello.

- Pensándolo bien, no creo que sea necesario.

Lumine sabía mejor que nadie que a veces era difícil hablar sobre algo, ella lo había experimentado tantas veces, así que prefirió no insistir y cambiar de tema.
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Le primer día fue todo tranquilo, sin embargo el segundo día fue todo lo contrario. Había una fuerte tormenta que hacía como frontera e indicaba lo cerca que estaban de llegar a la región de la arconte electro, pero Beidou demostró por qué era la capitana de esa tripulación, Ambas viajeras admiraron como la capitana daba órdenes certeras, sin duda alguna había echo honor a su posición en aquel navío.

Justo antes del atardecer, ya se podía ver el muelle, Kazuha había desaparecido, se mantenía oculto debido a su condición de prófugo.

En cuanto llegaron, Beidou y las viajeras bajaron del barco... La región era bellísima en todo sentido de la palabra, ambas miraban asombradas los alrededores, sin percatarse que habían captado la atención de un joven que se encontraba cuidando un cargamento.

Alegremente el muchacho fue a saludar, y aunque no conociese a las acompañantes de la capitana, bien podía darse la idea ade quienes se trataba.

- Oh permítanme presentarlos, este de aquí es Thoma, un socio comercial y ellas son.

- No hace falta que me las presentes, por todo de lo que me he enterado siento que las conozco.

- Encantadas de concerté Thoma, Yo soy Paimon y ella es Lumine- Aclaro la albina con una pequeña sonrisa.

- Un placer Thoma...

- Verás Viajera Thoma es una gran persona, si tienes problemas no dudes en ir con el, pero de lo contrario si hace algo raro, me encargaré yo misma de el.

El chico río con nerviosismo, no se podía imaginar recibiendo la paliza de su vida, aunque su intención nunca fue más allá de hacerse amigo de la rubia

- Bueno, me despido de ustedes chicas... Estén preparadas para la nueva aventura en la que se embarcaran y nunca duden de ustedes incluso ante la peor de las tempestades- La castaña dijo esto antes de revolver los cabellos de la rubia, tenía mucha esperanza en ella.

Tras está acción la castaña se marcho dejándolas con el chico de ojos verdes.

Hola!!!

Beautiful little people

Solo puedo decirles que hoy amanecí inspirada... Este cap lo empecé a redactar ni bien me desperté, pero lo subo hasta ahora debido a que me hacían falta algunas cosas, espero que les haya gustado el capítulo.

Sin nada más que decir... Nos leemos luego!!!

さよなら