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ᶜᵃᵖⁱ́ᵗᵘˡᵒ ³⁸

Finalmente la información que inculpaba a la comisión Tenryou había sido obtenida.

Solo faltaba entregarle aquellos documentos a Kujou Sara, era hora de regresar con Yae Miko.

Ambas viajeras salieron de la ciudad de Inazuma y se encaminaron al santuario Narukami.

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Ayaka y estaba preocupada por todo el asunto, al parecer tanto a ella como a Kokomi todo se les había salido de las manos.

Nadie esperaría que los fatui se entrometerían en esta guerra, la cual era inminente, no era secreto que la gran sacerdotisa no se quedaría cruzada de manos.

- Thoma, has enviado la carta?

- Si, lo hice hace un rato, estoy seguro que está por llegar a su destino.

- Lo agradezco....

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La dichosa carta había llegado hasta la isla Watatsumi.

Con esta iba el informe de que la capitana Lumine estaba bien y que se encontraba realizando una misión importante.

Además que el momento estaba próximo y que si querían terminar con todo era el momento de hacerlo.

Con una orden, Kazuha, Gorou, y sus soldados se marcharon, aunque no fueron solo ellos, el grupo de la rubia también fue con ellos, después de todo debían estar apoyando a la viajera.

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Los ojos de Kujou Sara revelaban que ella no estaba al tanto de nada y que se le habían ocultado varias cosas.

En busca de obtener respuestas, salió rápidamente del santuario Narukami.

Lumine no perdió tiempo y fue tras ella.

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Aunque muy molesta la tengu, accedió a que la acompañará hasta la sede de la comisión.

Donde el señor Takayuki le reveló a la tengu que todo lo que había leído era verdad y aunque se tratara de una persona cercana a ella, su lealtad a la Shogun hizo que ella saliera de la sede y fuera de inmediato a decirle la verdad a la Shogun Raiden.

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- Gorou, no creí que las cosas se apresuraran tanto- Dijo Kazuha sinceramente.

- Para ser sincero yo tampoco, pero viendo la situación en la que nos encontramos, es ahora perder o ganar.

- Bueno realmente no están solos- Comento Xingqiu.

- El tiene razón, ahora estamos con ustedes en esto- secundo Diluc.

- Agradecemos mucho su ayuda.

Los demás asistieron, no podían dar marcha atrás, no cuando habían visto con sus propios ojos la situación en la que estaba sumergida la región de la eternidad.

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Lumine y Paimon fueron tras Kujou Sara en cuanto está se marcho, debían saber que es lo que pasaría ahora.

Y sabían que algo iba realmente mal cuando vieron que los soldados del shogunato estaban inconscientes.

- Lumine... Esto me es familiar

- Lo se Paimon... La resistencia no tendrá oportunidad contra una de los once y mucho menos contra la Shogun... No puedo permitir que más personas mueran.

La residencia de la arconte electro estaba frente a ellas.

Sin nadie que la detuviera Lumine entro, justo al fondo se podía ver a la Shogun aparentemente hablando con Signora y aun lado de ella se encontraba Kujou Sara, inconsciente.